6/07/2018, 01:14
Se podría decir que un ninja como él, enfocándose en otros aspectos que no fueran la vista; podía percibir ciertas cosas. Quizás, si pegaba un poco el oído a la puerta y se concentraba en escuchar, seguro que oiría los continuos pasos de las gemelas que iban y venían de un extremo a otro. Conversaban, en ocasiones reían y también se dieron el lujo de ver un poco la televisión.
Riko iba a tener que luchar, sin embargo, con la paulatinidad del asunto. Se habrá comido allí tirado al menos una hora entera y no dejó de escuchar las mismas voces que seguro pertenecían a alguna serie en maratón, o algo por el estilo. Y en algún momento, dejó de escuchar a las gemelas también.
Tal vez se habían dormido, era normal tomar una siesta a esa hora.
O quizás no. Después de todo, no eran uzureñas.
Pero cómo iba a saberlo, ¿cierto?
Riko iba a tener que luchar, sin embargo, con la paulatinidad del asunto. Se habrá comido allí tirado al menos una hora entera y no dejó de escuchar las mismas voces que seguro pertenecían a alguna serie en maratón, o algo por el estilo. Y en algún momento, dejó de escuchar a las gemelas también.
Tal vez se habían dormido, era normal tomar una siesta a esa hora.
O quizás no. Después de todo, no eran uzureñas.
Pero cómo iba a saberlo, ¿cierto?