6/07/2018, 15:43
Ringo volvió cinco minutos más tarde, arrastrando las zapatillas por el parqué y abrazándose el estómago. Tenía los ojos rojizos, la piel blanca y los labios secos, como si hubiese estado vomitando.
—Karma-senpai… Karma-senpai me encuentro fatal.
Cayó de rodillas, y se abrazó con todavía más fuerza el estómago.
—Karma-senpai, ¿¡qué me has hecho!? ¡Creo que voy a morirme! —exclamó, al borde del llanto—. ¡Se suponía que tenías que cuidar de mí, no matarme!
—Karma-senpai… Karma-senpai me encuentro fatal.
Cayó de rodillas, y se abrazó con todavía más fuerza el estómago.
—Karma-senpai, ¿¡qué me has hecho!? ¡Creo que voy a morirme! —exclamó, al borde del llanto—. ¡Se suponía que tenías que cuidar de mí, no matarme!