9/07/2018, 20:46
—Oh, claro, claro —respondió Ringo, quien, efectivamente, no se había percatado de aquel pequeño detalle—. ¿Nos pilla de camino? ¿Queda muy lejos? ¿A cuánto exactamente? —preguntó atropelladamente. No le apetecía nada en absoluto andar dando vueltas por la Villa tras el abrasador sol.
Cuando ambos salieron de la vivienda, se encontraron con un día prometedor. El sol todavía no pegaba con fuerza, pero hacía calor, y tenía pinta de que iba a hacer mucho más a medida que pasasen las horas. Ringo siguió a la kunoichi en dirección a su casa, hasta que tuvo una revelación.
—Oh, ya veo... Karma-chan, quiero dejar esto bien claro, antes de que haya ningún malentendido —dijo, muy serio. Se acababa de dar cuenta de lo que estaba pasando. Las disculpas por la mañana. La invitación a su casa... Todo encajaba—. Por favor, no malinterpretes que acepte pasar por tu casa como algo... más de lo realmente es —dijo, excepcionalmente sagaz—. Lo sé, lo sé. Soy un gran chico. Inteligente, guapo, divertido, y un gran partido. Pero yo ya estoy compremetido, Karma-chan. Con la silla Uzukage. No puedo permitirme el lujo de distraerme con nada ni nadie.
Suspiró. Las cosas mejor resolverlas de antemano antes de que se hiciese una pelota demasiado grande.
Cuando ambos salieron de la vivienda, se encontraron con un día prometedor. El sol todavía no pegaba con fuerza, pero hacía calor, y tenía pinta de que iba a hacer mucho más a medida que pasasen las horas. Ringo siguió a la kunoichi en dirección a su casa, hasta que tuvo una revelación.
—Oh, ya veo... Karma-chan, quiero dejar esto bien claro, antes de que haya ningún malentendido —dijo, muy serio. Se acababa de dar cuenta de lo que estaba pasando. Las disculpas por la mañana. La invitación a su casa... Todo encajaba—. Por favor, no malinterpretes que acepte pasar por tu casa como algo... más de lo realmente es —dijo, excepcionalmente sagaz—. Lo sé, lo sé. Soy un gran chico. Inteligente, guapo, divertido, y un gran partido. Pero yo ya estoy compremetido, Karma-chan. Con la silla Uzukage. No puedo permitirme el lujo de distraerme con nada ni nadie.
Suspiró. Las cosas mejor resolverlas de antemano antes de que se hiciese una pelota demasiado grande.