12/07/2018, 00:10
Ringo contuvo las arcadas ante el empalagoso comienzo de aquella carta, pero se obligó, no sin esfuerzo, a continuar leyendo.
La cosa fue mejorando, al mismo tiempo que iba obteniendo más y más información. Por lo que entendía, ninguno de los dos había sido ninja, como había pensado al principio. Más bien, el padre tenía un negocio agrícola, y la madre era costurera. Se veía una familia feliz. Pobre, pero feliz. Y los abuelos maternos de Karma parecían tener sus ahorros.
Pero, ¿qué había pasado entonces? Porque, si algo tenía claro, es que no vivían con Karma. ¿Una tragedia, quizá?
No tuvo tiempo a pensar en nada más. Oyó pasos bajando por las escaleras. Se apresuró en guardar la carta en el sobre, y este en la caja. Cerró ambas y las dejó en el armario, cerrándolo lo más rápido que pudo y poniéndose en pie. Acto seguido, empezó a pasear por el salón, como si estuviese matando el tiempo con un cotilleo sano.
—¿Lista? —preguntaría, inocente, cuando la viese entrar.
La cosa fue mejorando, al mismo tiempo que iba obteniendo más y más información. Por lo que entendía, ninguno de los dos había sido ninja, como había pensado al principio. Más bien, el padre tenía un negocio agrícola, y la madre era costurera. Se veía una familia feliz. Pobre, pero feliz. Y los abuelos maternos de Karma parecían tener sus ahorros.
Pero, ¿qué había pasado entonces? Porque, si algo tenía claro, es que no vivían con Karma. ¿Una tragedia, quizá?
No tuvo tiempo a pensar en nada más. Oyó pasos bajando por las escaleras. Se apresuró en guardar la carta en el sobre, y este en la caja. Cerró ambas y las dejó en el armario, cerrándolo lo más rápido que pudo y poniéndose en pie. Acto seguido, empezó a pasear por el salón, como si estuviese matando el tiempo con un cotilleo sano.
—¿Lista? —preguntaría, inocente, cuando la viese entrar.