17/07/2018, 20:29
La dama de melena oscura como la noche observó impasible cómo aquel joven ninja iba derrumbándose ante ella, con aquella mueca de resignación que sólo se veía en el rostro de quienes entendían que no habían sido únicamente derrotados, sino arrollados y que no tenían posibilidad alguna de resistencia. Eso la hizo sonreír para sí.
Luego vino la pregunta que Kunie había estado esperando desde hacía un rato; la incógnita más lógica se le presentaba a aquel jōnin, y que ella no tuvo inconveniente en responder de forma sincera.
—Porque Akame es muy valioso para mí, y necesito que le protejas hasta que esté preparado —confesó, y en sus ojos podía intuirse que decía la verdad—. Pero sólo podrás hacer eso de forma efectiva si eres consciente de quién es. Debes protegerle y cuidarle incluso sabiendo que se trata en realidad de un mentiroso y un traidor.
Kunie tomó otro sorbo de la taza con un gesto tan templado que a nadie le parecería que estaba rajando de arriba a abajo la trayectoria de uno de los shinobis más prolíficos del Remolino en los últimos años.
—Pero, por encima de todo... Porque sé que tú hubieras respondido de forma distinta a la pregunta del examen.
Luego vino la pregunta que Kunie había estado esperando desde hacía un rato; la incógnita más lógica se le presentaba a aquel jōnin, y que ella no tuvo inconveniente en responder de forma sincera.
—Porque Akame es muy valioso para mí, y necesito que le protejas hasta que esté preparado —confesó, y en sus ojos podía intuirse que decía la verdad—. Pero sólo podrás hacer eso de forma efectiva si eres consciente de quién es. Debes protegerle y cuidarle incluso sabiendo que se trata en realidad de un mentiroso y un traidor.
Kunie tomó otro sorbo de la taza con un gesto tan templado que a nadie le parecería que estaba rajando de arriba a abajo la trayectoria de uno de los shinobis más prolíficos del Remolino en los últimos años.
—Pero, por encima de todo... Porque sé que tú hubieras respondido de forma distinta a la pregunta del examen.