21/07/2018, 23:17
—Vaya...La verdad es que hay gente algo extraña por el mundo, es decir, no sé, tu vas con tus mejores intenciones pero aún así te cortan, se van y te dejan con la palabra en la boca, la verdad es que no me parecen buenos modales…Eso es porque no supieron valorar tu compañía.
—No estoy seguro, creo que mas bien la gente de Kusagakure es rara, y que tu amigo es la excepción que confirma la regla.
Tres de tres era demasiada coincidencia para que ninguno supiera apreciar mi “Compañía”, si podía llamarse de esa manera. Y solo había dos posibilidades, una era yo, la otra eran ellos. Y si Eri entraba en la ecuación, entonces la respuesta era clara, la culpa no era mía. Que vale que yo no era la persona mas normal del mundo, pero es que esas personas de kusa… y Ritsuko… Ojala pudiera…
—Creo que nos ha venido bien, así yo conozco un poco más de Amegakure y tú de Uzushiogakure, ya que es poco probable que vayamos a la aldea del otro
La voz de Eri me saco de mis pensamientos.
—. Ya habrá más oportunidades de investigar lugares extraños.
—Supongo que tienes razón. —Dije mientras me levantaba con cuidado para que no se hundiera la roca, ya era hora de marcharnos de allí, al menos si yo quería llegar a una posada antes de que anocheciera. Le tendí la mano para ayudarla a levantarse. —Pero no tan interesantes como un castillo del que se dice en algunos libros que el trono esta construido con los huesos de los esclavos que levantaron sus paredes, y que están unidos con una masilla que se hizo con su sangre. Yo soy del tipo de personas escépticas que no se creen esas cosas, tal vez mi curiosidad se deba a las ganas que tengo de estropearle el cuento de terror a alguien.
—No estoy seguro, creo que mas bien la gente de Kusagakure es rara, y que tu amigo es la excepción que confirma la regla.
Tres de tres era demasiada coincidencia para que ninguno supiera apreciar mi “Compañía”, si podía llamarse de esa manera. Y solo había dos posibilidades, una era yo, la otra eran ellos. Y si Eri entraba en la ecuación, entonces la respuesta era clara, la culpa no era mía. Que vale que yo no era la persona mas normal del mundo, pero es que esas personas de kusa… y Ritsuko… Ojala pudiera…
—Creo que nos ha venido bien, así yo conozco un poco más de Amegakure y tú de Uzushiogakure, ya que es poco probable que vayamos a la aldea del otro
La voz de Eri me saco de mis pensamientos.
—. Ya habrá más oportunidades de investigar lugares extraños.
—Supongo que tienes razón. —Dije mientras me levantaba con cuidado para que no se hundiera la roca, ya era hora de marcharnos de allí, al menos si yo quería llegar a una posada antes de que anocheciera. Le tendí la mano para ayudarla a levantarse. —Pero no tan interesantes como un castillo del que se dice en algunos libros que el trono esta construido con los huesos de los esclavos que levantaron sus paredes, y que están unidos con una masilla que se hizo con su sangre. Yo soy del tipo de personas escépticas que no se creen esas cosas, tal vez mi curiosidad se deba a las ganas que tengo de estropearle el cuento de terror a alguien.