24/07/2018, 16:54
Uzushiogakure estaba en un etapa de turismo, ansiedad y expectación. Los exámenes chuunin estaban por comenzar y cada vez faltaba menos para que el gran estadio abriera sus puertas para poder ver las destrezas y capacidades de la nueva generación de profesionales.
Los puestos podrían estar más lindos de lo normal, unas calles más limpias otras más sucias de lo normal, pero fuera como fuera para el calvo de Amegakure todas esas eran calles desconocidas. Desde el momento en el que se había bajado del barco se encontraba un poco desencajado ante el nuevo lugar y seguía sorprendiéndose encontrando diferencias entre las dos villas ocultas.
Había pasado cerca del edificio de la Uzukage y se sintió intimidado por estar tan cerca de alguien tan imponente, al igual que era cada vez que veía a Yui. Pero su paso sin rumbo y su mirada distraída no le permitirían ver el camino que tenía por delante y el suelo a recorrer se hacía cada vez más incierto.
Kaido podría estar en las mismas. Ya fuese por comer, caminar, visitar, ver, o comprar, esa mañana tiempo antes del examen escrito estaba en las calles de la aldea. Su apariencia azul, cuando era visible, podría traer preguntas a otros curiosidad y a unos pocos repulsión pero había algunas personas que no se fijaban en las apariencias.
— Ey… Tú... Ven... Ven, ven...
Una figura, presumiblemente masculina, con sombrero y ataviado con ropas gruesas de viaje fumaba un pucho en un concurrido cruce de caminos escondiendo la cara y sin levantar la mirada del suelo.
Los puestos podrían estar más lindos de lo normal, unas calles más limpias otras más sucias de lo normal, pero fuera como fuera para el calvo de Amegakure todas esas eran calles desconocidas. Desde el momento en el que se había bajado del barco se encontraba un poco desencajado ante el nuevo lugar y seguía sorprendiéndose encontrando diferencias entre las dos villas ocultas.
Había pasado cerca del edificio de la Uzukage y se sintió intimidado por estar tan cerca de alguien tan imponente, al igual que era cada vez que veía a Yui. Pero su paso sin rumbo y su mirada distraída no le permitirían ver el camino que tenía por delante y el suelo a recorrer se hacía cada vez más incierto.
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Kaido podría estar en las mismas. Ya fuese por comer, caminar, visitar, ver, o comprar, esa mañana tiempo antes del examen escrito estaba en las calles de la aldea. Su apariencia azul, cuando era visible, podría traer preguntas a otros curiosidad y a unos pocos repulsión pero había algunas personas que no se fijaban en las apariencias.
— Ey… Tú... Ven... Ven, ven...
Una figura, presumiblemente masculina, con sombrero y ataviado con ropas gruesas de viaje fumaba un pucho en un concurrido cruce de caminos escondiendo la cara y sin levantar la mirada del suelo.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘