24/07/2018, 18:49
Entonces Datsue explotó como una caja de petardos a la que alguien, descuidadamente, arrima una cerilla prendida. Akame incluso retrocedió un paso, inconscientemente, sorprendido por el repentino ataque de su compadre. Claro, él había esperado que aquel "insignificante" detalle hubiese pasado desapercibido para Datsue, pero ahora se daba cuenta de que había sido demasiado optimista.
«¿¡Por qué tuve que defenderla!? Joder, Kunie-sensei, ¿cómo pudo bajar la guardia de esa manera?»
El Uchiha sacó otra vez su cajeta de tabaco y se puso un nuevo cigarro en la boca con manos nerviosas. Tuvo que intentarlo tres veces antes de que el mechero encendiese correctamente y pudiera calentar lo suficiente la punta del tabaco como para prenderla. Luego fumó tres hondas caladas, ni una más, ni una menos.
—Porque... Porque ella... —balbuceó—. Porque ella es una vieja conocida, ¿vale? Trabajó con mi padre en varias ocasiones, hace ya unos cuantos años, y desde entonces es... Conocida de la familia. Fue ella quien convenció a mi viejo para que me dejara alistarme, ¡se lo debía!
Akame nunca había soltado una mentira tan gorda en toda su vida. Y mucho se temía que, ante el Rey de los Engaños, iba a ser penosamente insuficiente.
«¿¡Por qué tuve que defenderla!? Joder, Kunie-sensei, ¿cómo pudo bajar la guardia de esa manera?»
El Uchiha sacó otra vez su cajeta de tabaco y se puso un nuevo cigarro en la boca con manos nerviosas. Tuvo que intentarlo tres veces antes de que el mechero encendiese correctamente y pudiera calentar lo suficiente la punta del tabaco como para prenderla. Luego fumó tres hondas caladas, ni una más, ni una menos.
—Porque... Porque ella... —balbuceó—. Porque ella es una vieja conocida, ¿vale? Trabajó con mi padre en varias ocasiones, hace ya unos cuantos años, y desde entonces es... Conocida de la familia. Fue ella quien convenció a mi viejo para que me dejara alistarme, ¡se lo debía!
Akame nunca había soltado una mentira tan gorda en toda su vida. Y mucho se temía que, ante el Rey de los Engaños, iba a ser penosamente insuficiente.