25/07/2018, 11:53
Datsue siguió hablando para dejar caer una amenaza velada, pero Akame ya no le estaba escuchando; no quería que absolutamente nada le privase de unos minutos de alivio en los que creía que ya se había librado de la inquisitiva curiosidad de su Hermano.
Sin embargo, sí que escuchó la pregunta que vino después, y decidió regalar una respuesta sincera a cambio.
—Se llama Kunie —masculló, apurando su cigarrillo y tirándolo del mismo modo que había hecho Datsue—. Kunie-sensei.
Así, los dos muchachos se perdieron entre las sombras de los árboles, bajo la luz de la Luna, camino a la civilización.
Ni idea tenían de las aventuras que todavía les aguardaban.
Sin embargo, sí que escuchó la pregunta que vino después, y decidió regalar una respuesta sincera a cambio.
—Se llama Kunie —masculló, apurando su cigarrillo y tirándolo del mismo modo que había hecho Datsue—. Kunie-sensei.
Así, los dos muchachos se perdieron entre las sombras de los árboles, bajo la luz de la Luna, camino a la civilización.
Ni idea tenían de las aventuras que todavía les aguardaban.