2/08/2018, 00:02
(Última modificación: 2/08/2018, 00:03 por Amedama Daruu.)
—¿Por qué esa obsesión con los bandidos? —se rio Ayame, sin poder evitarlo.
Daruu se lo tomó como una provocación al principio, y se cruzó de brazos, hinchando los carrillos como un niño pequeño. Terminó por reír casi por compromiso.
—No lo sé, ¡sólo quiero algo de acción de una vez! —protestó.
No me importa qué tipo de misión sea, sólo espero que no sea aburrida —concedió Ayame, a medias, acercándose un poco más al borde del acantilado, donde los chicos guays pasaban el rato cuando querían una noche movidita—. Quizás... ¡quizás tengamos que rescatar a un pariente de un Señor Feudal de una guarida de malhechores que le hubieran secuestrado y pedido un rescate por él! —añadió, lanzándose de cabeza al vacío y estrellando la cabeza contra las rocas.
Daruu negó con la cabeza, entrecerrando los ojos.
—Tampoco te pases, que va a ser una misión de rango C todavía, eh —dijo.
—Oye, ¿y cómo te encuentras... con tus ojos? —preguntó Ayame de pronto, no sin dudar un poco.
Daruu desvió la mirada, incómodo.
—Está todo bien —cortó, tajante, con una verdad a medias.
Era verdad que todo estaba bien, respecto al plano de la salud. Se había adaptado a ellos por completo. Tampoco le iba mal entrenando, había desarrollado un par de técnicas nuevas; el entrenamiento con Zetsuo, aunque duro, también daba sus frutos, y bueno, aquellas ojeras le distraían de la única cosa que aún no estaba del todo bien, en su cabeza...
...despertarse cada mañana y ver los ojos de su madre. Y por otro lado, a su madre.
—A veces me escuecen —añadió, tratando de desviar la atención de una solitaria lágrima. La escondería en la abundante lluvia.
Como siempre.
Daruu se lo tomó como una provocación al principio, y se cruzó de brazos, hinchando los carrillos como un niño pequeño. Terminó por reír casi por compromiso.
—No lo sé, ¡sólo quiero algo de acción de una vez! —protestó.
No me importa qué tipo de misión sea, sólo espero que no sea aburrida —concedió Ayame, a medias, acercándose un poco más al borde del acantilado, donde los chicos guays pasaban el rato cuando querían una noche movidita—. Quizás... ¡quizás tengamos que rescatar a un pariente de un Señor Feudal de una guarida de malhechores que le hubieran secuestrado y pedido un rescate por él! —añadió, lanzándose de cabeza al vacío y estrellando la cabeza contra las rocas.
Daruu negó con la cabeza, entrecerrando los ojos.
—Tampoco te pases, que va a ser una misión de rango C todavía, eh —dijo.
—Oye, ¿y cómo te encuentras... con tus ojos? —preguntó Ayame de pronto, no sin dudar un poco.
Daruu desvió la mirada, incómodo.
—Está todo bien —cortó, tajante, con una verdad a medias.
Era verdad que todo estaba bien, respecto al plano de la salud. Se había adaptado a ellos por completo. Tampoco le iba mal entrenando, había desarrollado un par de técnicas nuevas; el entrenamiento con Zetsuo, aunque duro, también daba sus frutos, y bueno, aquellas ojeras le distraían de la única cosa que aún no estaba del todo bien, en su cabeza...
...despertarse cada mañana y ver los ojos de su madre. Y por otro lado, a su madre.
—A veces me escuecen —añadió, tratando de desviar la atención de una solitaria lágrima. La escondería en la abundante lluvia.
Como siempre.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)