9/08/2018, 19:40
(Última modificación: 9/08/2018, 19:41 por Amedama Daruu.)
Dijese lo que dijese Datsue, Daruu había tenido suficientes episodios violentos y —por llamarlo de alguna manera, extravagantes— con los habitantes del País del Remolino como para aceptar que algo iba a pasar cada vez que entablaba conversación o interactuaba con alguno de ellos.
—Y para que lo sepas, fue tu Arashikage quién lo hizo. Lo de la inundación, digo. Selló un Suiton que dejaba en ridículo tu pequeño lago del torneo, en un pergamino, que se liberó cuando yo lo abrí. Fue en ese momento cuando…
»Bueno, cuando perdí mi placa dorada de Jōnin.
Daruu agachó la mirada y se rascó la nuca, nervioso.
—Vaya, sabiendo que todavía no he entablado ninguna charla con mi kage directamente, esto que me cuentas me... tranquiliza. Sin duda —ironizó—. De modo que Yui se cobró su pequeña venganza. Está bien, lo reconozco, pagaste un precio muy alto. «¿Cómo le dieron una placa de jounin a semejante... a semejante...» Liante. Estafador. Truhán, juerguista, cotilla, marujón, metementodo, mentiroso.
«...intrepido, ja.»
—En fin, más vale que ambos desaparezcamos de aquí. Corremos el riesgo de toparnos con esos dos... Y sospecho que no van a alegrarse de verme. No vas a ser el único que va a tener que hacer las paces con la gente.
—Y para que lo sepas, fue tu Arashikage quién lo hizo. Lo de la inundación, digo. Selló un Suiton que dejaba en ridículo tu pequeño lago del torneo, en un pergamino, que se liberó cuando yo lo abrí. Fue en ese momento cuando…
»Bueno, cuando perdí mi placa dorada de Jōnin.
Daruu agachó la mirada y se rascó la nuca, nervioso.
—Vaya, sabiendo que todavía no he entablado ninguna charla con mi kage directamente, esto que me cuentas me... tranquiliza. Sin duda —ironizó—. De modo que Yui se cobró su pequeña venganza. Está bien, lo reconozco, pagaste un precio muy alto. «¿Cómo le dieron una placa de jounin a semejante... a semejante...» Liante. Estafador. Truhán, juerguista, cotilla, marujón, metementodo, mentiroso.
«...intrepido, ja.»
—En fin, más vale que ambos desaparezcamos de aquí. Corremos el riesgo de toparnos con esos dos... Y sospecho que no van a alegrarse de verme. No vas a ser el único que va a tener que hacer las paces con la gente.