21/08/2018, 19:01
Juro lo supo nada más levantarse. Hoy era el día. Hoy realizará el último reto para afrontar: la tercera prueba.
Un poco antes de la hora acordada, Juro se presentó delante del Estadio de Celebraciones. Pasó exactamente lo mismo que siempre: ahí se encontraría con el resto de participantes, aunque no intercambiaría más que unas cuantas palabras con sus conocidos. En lugar de eso, estaba pensando en sí mismo y en lo poco que había estado haciendo esos días. Literalmente se había dejado consumir por los nervios y se había estado encerrado en casa, sin disfrutar de Uzushiogakure.
Pero nada importaba ya, porque se acababa. Era la última prueba. Y tenía que hacerla bien, joder.
Nada más llegar la hora, fueron llevados a la entrada que daba directamente a la zona de vestuarios. Ahí, cada uno fue conducido individualmente a sus estancias. Juro se fijó en que ahí disponía de un casillero y un banco de madera, donde podría dejar sus cosas. Hizo lo propio y dejó tanto su portaobjetos como los pergaminos que cargaba, con seguridad de que no le robarían.
« Ésto me recuerda demasiado al torneo » — Otra vez, una estancia individual. Otra vez, una pelea. Y por supuesto, un enorme público. Si, le recordaba demasiado. Y no había acabado muy bien la última vez, por lo que tendría que andarse con ojo.
La verdad es que la tercera prueba no le gustaba nada. La primera probaba su inteligencia, bien. La segunda probaba su desempeño, vale. Pero... ¿una pelea individual para exhibirse? Sabía que como chunin tendría que enfrentarse a otros ninja. Era lógico. Pero para él, era la peor prueba. La última, y la que tendría que lucirse si quería aprobar.
Sentado como estaba, la voz del mismo encargado que les había ayudado en las anteriores pruebas llegó a él por megafonía. Juro escuchó las reglas, con media sonrisa.
— Bienvenidos, aspirantes a Chunin. Ésta será la última prueba de vuestro examen. Lo cual no quiere decir que sea la más importante ni la menos importante, es igual de importante que cualquiera de las otras dos. En estos combates no se tratan de ganar, sino de dar lo mejor de vosotros sin excederos. "Pero, señor, lo mejor sin excedernos es contradictorio." No, aunque sea un combate, estaréis rodeados de gradas llenas de civiles. Controlaos, pero dad espectáculo a esas gradas llenas de civiles. Como la última vez, solo hay dos normas, esta vez eliminatorias. Uno, nada de matar, dos, nada de peleas en la grada.
« Tendré que tener cuidado. Bien » — Afortunadamente para él, sus ataques no eran demasiado destructivos. Podía medir con exactitud a donde quería llegar. Igualmente, por mucho que lo remarcara, era lo mismo. En el torneo nadie había atacado a las gradas, y eso que habían sido peleas fuertes.
— Ahora sí, bienvenidos, queridos espectadores, que comience el primer combate, Uchiha Datsue de Uzushiogakure contra Aotsuki Ayame de Amegakure.
Por megafonia, solo se dijeron los nombres y las personas. Primero, Aotsuki Ayame (la chica con la que había vivido aquella aventura en la mansión) contra un tal Uchiha Datsue, al que no conocía. Después, Inoue Keisuke (al cuál también conocía) contra un tal Kaido. El tercer combate fue de Eri contra Amedama Daruu. Curiosamente, conocía a una persona de cada combate. Eso lo hacía más interesante, aunque para el tercer combate, ya era consciente de que le iba a tocar, por lo que empezó a prepararse.
Para cuando le tocó el turno, Juro estaba sentado en su sala de espera, como decía su nombre, esperando.
— Cuarto y último combate, Eikyu Juro de Kusagakure contra Habaki Karamaru de Amegakure
El estadio consistía en un enorme círculo hecho de losas cuadradas de roca, oscuras. Medía alrededor de quince metros, y no había ni un solo obstáculo en él. Nada que limitase su combate. Juro tragó saliva y se preparó, consciente de que conocía a su futuro contrincante.
A su espalda, llevaba algo sujeto. Era un objeto grande, que hacía parecer que tuviese una enorme joroba. Estaba tapado por una lona oscura, por lo que no podía verse bien, pero medía exactamente lo mismo que el chico.
La emoción de los otros combates parecía haberse apaciguado, e incluso algunos se mostraban demasiado cansados como para admirar su combate. A Juro le dio igual. Él solo tenía una cosa en mente: lucirse y hacer un gran combate.
— Ha pasado un tiempo, Karamaru-san — Se habían encontrado para combatir otra vez, irónicamente. Recordaba perfectamente su pasión, y sus dudas —. Me alegra que consiguieras llegar hasta aquí. Espero que hagamos un buen combate, cómo la vez anterior.
Sonrió. Sus manos se movieron, formando el sello de la confrontación, y esperó que su contrincante hiciera lo mismo. Tenía que demostrar su honor también.
Un poco antes de la hora acordada, Juro se presentó delante del Estadio de Celebraciones. Pasó exactamente lo mismo que siempre: ahí se encontraría con el resto de participantes, aunque no intercambiaría más que unas cuantas palabras con sus conocidos. En lugar de eso, estaba pensando en sí mismo y en lo poco que había estado haciendo esos días. Literalmente se había dejado consumir por los nervios y se había estado encerrado en casa, sin disfrutar de Uzushiogakure.
Pero nada importaba ya, porque se acababa. Era la última prueba. Y tenía que hacerla bien, joder.
Nada más llegar la hora, fueron llevados a la entrada que daba directamente a la zona de vestuarios. Ahí, cada uno fue conducido individualmente a sus estancias. Juro se fijó en que ahí disponía de un casillero y un banco de madera, donde podría dejar sus cosas. Hizo lo propio y dejó tanto su portaobjetos como los pergaminos que cargaba, con seguridad de que no le robarían.
« Ésto me recuerda demasiado al torneo » — Otra vez, una estancia individual. Otra vez, una pelea. Y por supuesto, un enorme público. Si, le recordaba demasiado. Y no había acabado muy bien la última vez, por lo que tendría que andarse con ojo.
La verdad es que la tercera prueba no le gustaba nada. La primera probaba su inteligencia, bien. La segunda probaba su desempeño, vale. Pero... ¿una pelea individual para exhibirse? Sabía que como chunin tendría que enfrentarse a otros ninja. Era lógico. Pero para él, era la peor prueba. La última, y la que tendría que lucirse si quería aprobar.
Sentado como estaba, la voz del mismo encargado que les había ayudado en las anteriores pruebas llegó a él por megafonía. Juro escuchó las reglas, con media sonrisa.
— Bienvenidos, aspirantes a Chunin. Ésta será la última prueba de vuestro examen. Lo cual no quiere decir que sea la más importante ni la menos importante, es igual de importante que cualquiera de las otras dos. En estos combates no se tratan de ganar, sino de dar lo mejor de vosotros sin excederos. "Pero, señor, lo mejor sin excedernos es contradictorio." No, aunque sea un combate, estaréis rodeados de gradas llenas de civiles. Controlaos, pero dad espectáculo a esas gradas llenas de civiles. Como la última vez, solo hay dos normas, esta vez eliminatorias. Uno, nada de matar, dos, nada de peleas en la grada.
« Tendré que tener cuidado. Bien » — Afortunadamente para él, sus ataques no eran demasiado destructivos. Podía medir con exactitud a donde quería llegar. Igualmente, por mucho que lo remarcara, era lo mismo. En el torneo nadie había atacado a las gradas, y eso que habían sido peleas fuertes.
— Ahora sí, bienvenidos, queridos espectadores, que comience el primer combate, Uchiha Datsue de Uzushiogakure contra Aotsuki Ayame de Amegakure.
Por megafonia, solo se dijeron los nombres y las personas. Primero, Aotsuki Ayame (la chica con la que había vivido aquella aventura en la mansión) contra un tal Uchiha Datsue, al que no conocía. Después, Inoue Keisuke (al cuál también conocía) contra un tal Kaido. El tercer combate fue de Eri contra Amedama Daruu. Curiosamente, conocía a una persona de cada combate. Eso lo hacía más interesante, aunque para el tercer combate, ya era consciente de que le iba a tocar, por lo que empezó a prepararse.
Para cuando le tocó el turno, Juro estaba sentado en su sala de espera, como decía su nombre, esperando.
— Cuarto y último combate, Eikyu Juro de Kusagakure contra Habaki Karamaru de Amegakure
El estadio consistía en un enorme círculo hecho de losas cuadradas de roca, oscuras. Medía alrededor de quince metros, y no había ni un solo obstáculo en él. Nada que limitase su combate. Juro tragó saliva y se preparó, consciente de que conocía a su futuro contrincante.
A su espalda, llevaba algo sujeto. Era un objeto grande, que hacía parecer que tuviese una enorme joroba. Estaba tapado por una lona oscura, por lo que no podía verse bien, pero medía exactamente lo mismo que el chico.
La emoción de los otros combates parecía haberse apaciguado, e incluso algunos se mostraban demasiado cansados como para admirar su combate. A Juro le dio igual. Él solo tenía una cosa en mente: lucirse y hacer un gran combate.
— Ha pasado un tiempo, Karamaru-san — Se habían encontrado para combatir otra vez, irónicamente. Recordaba perfectamente su pasión, y sus dudas —. Me alegra que consiguieras llegar hasta aquí. Espero que hagamos un buen combate, cómo la vez anterior.
Sonrió. Sus manos se movieron, formando el sello de la confrontación, y esperó que su contrincante hiciera lo mismo. Tenía que demostrar su honor también.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60