26/08/2018, 00:56
«¿¡Qué cojones!?» Había visto un par de veces a Ayame convertirse en un charco de agua para mitigar —o evadir por completo— un golpe. Pero, dejar que tan solo una porción de su cuerpo se licuase, mientras el resto seguía atacando, era otro nivel. Uno en el que, sino gozabas de un Sharingan para contrarrestar, te aconsejaba que te mantuvieras alejado.
Con Sharingan o no, la sorpresa le impidió reaccionar a tiempo ante su puñetazo, encajándolo con un quejido en el vientre, y perdiendo momentáneamente la respiración. «No, la hipertrofia no es de adorno», maldijo para sí.
Interpuso justo a tiempo los brazos para bloquear la patada, cayendo de espaldas por el ímpetu del golpe de suerte que aterrizó de culo en el shamisen. Un fuerte dolor le cruzó el pecho cuando oyó el crujido de la madera bajo sus nalgas.
—Hijo de… —No podía ser. No podía ser. No podía ser…—. ¡Hijo de puta!
Lo era. El shamisen estaba tan roto como el corazón de un kusareño al pedir matrimonio.
Con Sharingan o no, la sorpresa le impidió reaccionar a tiempo ante su puñetazo, encajándolo con un quejido en el vientre, y perdiendo momentáneamente la respiración. «No, la hipertrofia no es de adorno», maldijo para sí.
Interpuso justo a tiempo los brazos para bloquear la patada, cayendo de espaldas por el ímpetu del golpe de suerte que aterrizó de culo en el shamisen. Un fuerte dolor le cruzó el pecho cuando oyó el crujido de la madera bajo sus nalgas.
—Hijo de… —No podía ser. No podía ser. No podía ser…—. ¡Hijo de puta!
Lo era. El shamisen estaba tan roto como el corazón de un kusareño al pedir matrimonio.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado