26/08/2018, 21:00
Y, de repente, como si todas las piezas hubieran encajado de golpe, Daruu se dio con la mano en la frente. El muchaho resopló, y ante la atónita mirada de los hermanos Aotsuki, que le contemplaban sin comprender, sus ojos recorrieron con avidez la estancia buscando algo.
—¡Claro, joder, el gato! ¡Takahashi-san tenía un gato malhumorado que siempre te arañaba cuando tratabas de acariciarlo! ¿Dónde se ha metido?
—Oh... —murmuró Ayame, al comprender.
Daruu seguía concentrado en la búsqueda, y Kōri no tardó en unírseles, pero Ayame intercambió el peso de una pierna a otra. Al final terminó por seguirles, pero seguía terriblemente dubitativa.
—¿Pero en qué puede ayudarnos encontrar a ese gato? Quiero decir, estoy preocupada por si está bien o no, pero él no nos va a poder decir lo que pasó... ¿No?
Desde luego, como testigo dejaba mucho que desear...
—¡Claro, joder, el gato! ¡Takahashi-san tenía un gato malhumorado que siempre te arañaba cuando tratabas de acariciarlo! ¿Dónde se ha metido?
—Oh... —murmuró Ayame, al comprender.
Daruu seguía concentrado en la búsqueda, y Kōri no tardó en unírseles, pero Ayame intercambió el peso de una pierna a otra. Al final terminó por seguirles, pero seguía terriblemente dubitativa.
—¿Pero en qué puede ayudarnos encontrar a ese gato? Quiero decir, estoy preocupada por si está bien o no, pero él no nos va a poder decir lo que pasó... ¿No?
Desde luego, como testigo dejaba mucho que desear...