14/09/2015, 16:30
Su antagonista tomó sin perder tiempo el trozo de pizza, y confirmó quizás lo mas esperado. Su padre se había ido hace algún tiempo, pero éste parecía aún estar afectado por eso. Inquirió que uno no termina de acostumbrarse a eso, pero... para el albino eso apenas habría de tener importancia. Aún no entendía el porqué afirmaba algo así, ¿Qué mas daba que estuviese lejos o cerca, o muerto? No lo necesitaba, ni él padre lo necesitaba a él. Ya había sido concebido, y estaba crecidito... ¿Para qué mas?
¿Amor?
El chico casi se desternilla ante esa posibilidad, pero evidentemente, no mostró ni ápice de esa burlesca falta de sensibilidad. Obviamente para cualquier otra persona, para él no era falta de sensibilidad, si no realismo ante la vida. Su compañero parecía haber percibido la segunda parte de la pregunta con indirecta, u otro sentido. No falló al preguntar.
—No le odiaba mas que a cualquier otra persona... él era como era. Al menos era sincero. Pero odiar a alguien que ya no está entre los vivos es absurdo, así que supongo que no, no le odio.— Respondió con una sonrisa entre dientes. —Terminó por suicidarse... por si te interesa.—
Sin mas que decir sobre el asunto, el albino le propinó un bocado a su tajada de pizza. La saboreó un poco, y relució en su rostro de nuevo esa sonrisa.
—Oye, pues ésta pizza sabe genial...—
¿Amor?
El chico casi se desternilla ante esa posibilidad, pero evidentemente, no mostró ni ápice de esa burlesca falta de sensibilidad. Obviamente para cualquier otra persona, para él no era falta de sensibilidad, si no realismo ante la vida. Su compañero parecía haber percibido la segunda parte de la pregunta con indirecta, u otro sentido. No falló al preguntar.
—No le odiaba mas que a cualquier otra persona... él era como era. Al menos era sincero. Pero odiar a alguien que ya no está entre los vivos es absurdo, así que supongo que no, no le odio.— Respondió con una sonrisa entre dientes. —Terminó por suicidarse... por si te interesa.—
Sin mas que decir sobre el asunto, el albino le propinó un bocado a su tajada de pizza. La saboreó un poco, y relució en su rostro de nuevo esa sonrisa.
—Oye, pues ésta pizza sabe genial...—