5/09/2018, 01:59
—Joder, ¡basta, basta! ¡Solo fue un comentario sobre unas bragas, joder! ¡Pensé que le darías su merecido a Ayame cuando lo oyeses de su boca! ¿¡Es necesario llegar a este extremo!? ¡Fuimos compañeros de armas, joder! ¡Nos salvamos la vida!
Datsue comprobó el cómo, tras sus palabras, la neblina pareció empezar a disiparse. ¿Es que era tal su poder de convencimiento? ¿había calado su discurso en el frío corazón de Umikiba Kaido?
Pronto lo iba a averiguar.
—Ya esto no es sobre un jodido rumor, Datsue —dijo uno de ellos, que apuntaba con su dedo índice frente a la cabeza de uno de sus clones—. es sobre el respeto. Sobre la lealtad —aquello, curiosamente, no lo diría el mismo Kaido, sino un segundo. Y así también un tercero, que no hacían sino mimicar los movimientos del original. Eran asumiblemente tres mizu bunshin amenazando con un disparo mortífero como el anterior, y a milímetros de sus cabezas—. ¿sabes algo acerca de la puta lealtad, Datsue?
El verdadero, a cinco metros de distancia, observando a todos y a nadie a la vez.
—¿No, verdad? pues Daruu tampoco. Ese cabrón prefirió llevarte a otro lugar para charlar y nos dejó colgados a su compañero y a su novia, no te jode. Bueno, ahora yo también quiero charlar contigo, colega. Así que dime, ¿en qué coño estás metido? ¿Qué cojones fue lo que tuvieron que hablar sin nosotros, eh?
Datsue comprobó el cómo, tras sus palabras, la neblina pareció empezar a disiparse. ¿Es que era tal su poder de convencimiento? ¿había calado su discurso en el frío corazón de Umikiba Kaido?
Pronto lo iba a averiguar.
—Ya esto no es sobre un jodido rumor, Datsue —dijo uno de ellos, que apuntaba con su dedo índice frente a la cabeza de uno de sus clones—. es sobre el respeto. Sobre la lealtad —aquello, curiosamente, no lo diría el mismo Kaido, sino un segundo. Y así también un tercero, que no hacían sino mimicar los movimientos del original. Eran asumiblemente tres mizu bunshin amenazando con un disparo mortífero como el anterior, y a milímetros de sus cabezas—. ¿sabes algo acerca de la puta lealtad, Datsue?
El verdadero, a cinco metros de distancia, observando a todos y a nadie a la vez.
—¿No, verdad? pues Daruu tampoco. Ese cabrón prefirió llevarte a otro lugar para charlar y nos dejó colgados a su compañero y a su novia, no te jode. Bueno, ahora yo también quiero charlar contigo, colega. Así que dime, ¿en qué coño estás metido? ¿Qué cojones fue lo que tuvieron que hablar sin nosotros, eh?