6/09/2018, 01:20
Oh, Datsue era endemoniadamente bueno en el arte astral de calentarle el oído a la gente. Era un proxeneta de las palabras, si se le podía poner nombre a esa habilidad tan particular del uzujin.
Pero Kaido tenía los tímpanos entrenados para ese tipo de seducciones. Las palabras viperinas y dulces de Uchiha Datsue, engrosándole el ego y trayendo de vuelta los buenos recuerdos de una frágil y fugaz camaradería pasaban como agua en desierto. Desapercibidas. Ignoradas. Aunque en algún punto, nostálgicas también.
—Está bien. Hagamos el supuesto de que te perdono. De que abandono completamente las ganas irracionales que tengo de colgarte de un gancho patas arriba y rajarte el estómago para que tus intestinos bailen frente a tus ojos mientras me tomo una jodida hidromiel. ¿Entonces qué? ¿te vas a sincerar? ¿me vas a decir de dónde coño proviene todo ese rencor hacia nosotros?
Entonces pensó en un tema delicado. Ya lo había traído a inclusión, pero no tan directamente.
»¿Tanto significa Aiko para ti, como para armar toda esta mierda?
Pero Kaido tenía los tímpanos entrenados para ese tipo de seducciones. Las palabras viperinas y dulces de Uchiha Datsue, engrosándole el ego y trayendo de vuelta los buenos recuerdos de una frágil y fugaz camaradería pasaban como agua en desierto. Desapercibidas. Ignoradas. Aunque en algún punto, nostálgicas también.
—Está bien. Hagamos el supuesto de que te perdono. De que abandono completamente las ganas irracionales que tengo de colgarte de un gancho patas arriba y rajarte el estómago para que tus intestinos bailen frente a tus ojos mientras me tomo una jodida hidromiel. ¿Entonces qué? ¿te vas a sincerar? ¿me vas a decir de dónde coño proviene todo ese rencor hacia nosotros?
Entonces pensó en un tema delicado. Ya lo había traído a inclusión, pero no tan directamente.
»¿Tanto significa Aiko para ti, como para armar toda esta mierda?