¡Lechugos a la mar!

[Sasagani Yota]

— ¡Pues claro que soy útil!

Juro se lanzó entonces. Su mano se movió con cautela y los ojos carmies del animal la seguían con la mirada y entonces, el cuerpo de la araña y la mano del shinobi se rozaron. Era algo peluda así que era un tacto poco habitual, pero parecía que a Juro le había gustado y así lo hizo saber. Yo por mi parte observaba que Kumopansa no intentase hacer de las suyas o se llevaría una buena bronca.

Pareció percibirlo ya que, en lugar de hacer cualquier tontería simplemente trató de similar el ronroneo de los gatos. Desde luego, era una estampa de lo más dantesca.

Tras ello, Juro se volvió a mí y me hizo saber que el tampoco había perdido su tiempo o, al menos, lo había aprovechado tanto como yo.

— ¿Tus creaciones? ¿ya le has buscado un hermanito a Gen? apuesto a que se llevan genial

Pero no era aquello lo que me preocupaba en ese instante. Tarde o temprano descubriría con mis propios ojos aquellas creaciones de las que hablaba Juro. No, ahora retumbaba sobre mi cabeza otra cosa.

— Por cierto... ¿Qué crees que pasará ahora con el examen? ¿vais a tener que volver a presentaros o qué?