10/09/2018, 16:19
La mirada seria del gordo, mientras se pasaba los dedos por su pequeño bigote, fueron la respuesta. No hablaba, solo se dedicaba a mirar fijamente los ojos del Hozuki. Entrecerró los ojos y suspiró sintiéndose entregado.
— A ver, dientudo, no hay que ser un genio para entender esto. Yo soy de Ame, este negocio es de Ame, y estamos en territorio de Uzu. Ustedes pueden ser muy pacíficos y las mierdas que quieran, pero las bandas no lo son, y estoy haciendo lo posible para que se entienda que soy una banda uzujin. Y esa mierda es muy complicada, y si los dejo meterse donde no deben esa información se va a terminar por filtrar.— había apoyado sus dos brazos sobre el escritorio trs reclinarse para delante. El aire de soberbia se había esfumado ligeramente.
— Las bandas de Ame no me pueden ayudar, las de Uzu no se fían, y estoy solo en un negocio legal para lidiar con las drogas de los verdes. Son shinobi, ustedes quieren la paz y trabajan para mantenerla. Ayudan a la gente de las aldeas firmando esos pergaminos burocráticos asquerosos, bueno... esto no se aleja demasiado. Si crecen intentarán llegar a la aldea, si crecen empezarán a hacer desastres en los barrios bajos y las afueras de Uzu. Es una banda que no se puede dejar crecer.
— Pero mi compañero no está tan errado en lo que dice, yo estoy con él.
El gordo no le daría ni la mirada al calvo. Sabía muy poco sobre las personas, pero bien que sabía que el primero en responder era el más impulsivo, el de ideas más claras, el más determinado y probablemente el portador de la batuta. Se tomaba las cosas con paciencia y tenía recursos para empujar a los dos hacia el límite pero iba a ir paso por paso. Al calvo lo intimidaba y le hubiese costado negarle a primeras al punto de haberse sorprendido por la actitud de su compatriota.
— A ver, dientudo, no hay que ser un genio para entender esto. Yo soy de Ame, este negocio es de Ame, y estamos en territorio de Uzu. Ustedes pueden ser muy pacíficos y las mierdas que quieran, pero las bandas no lo son, y estoy haciendo lo posible para que se entienda que soy una banda uzujin. Y esa mierda es muy complicada, y si los dejo meterse donde no deben esa información se va a terminar por filtrar.— había apoyado sus dos brazos sobre el escritorio trs reclinarse para delante. El aire de soberbia se había esfumado ligeramente.
— Las bandas de Ame no me pueden ayudar, las de Uzu no se fían, y estoy solo en un negocio legal para lidiar con las drogas de los verdes. Son shinobi, ustedes quieren la paz y trabajan para mantenerla. Ayudan a la gente de las aldeas firmando esos pergaminos burocráticos asquerosos, bueno... esto no se aleja demasiado. Si crecen intentarán llegar a la aldea, si crecen empezarán a hacer desastres en los barrios bajos y las afueras de Uzu. Es una banda que no se puede dejar crecer.
— Pero mi compañero no está tan errado en lo que dice, yo estoy con él.
El gordo no le daría ni la mirada al calvo. Sabía muy poco sobre las personas, pero bien que sabía que el primero en responder era el más impulsivo, el de ideas más claras, el más determinado y probablemente el portador de la batuta. Se tomaba las cosas con paciencia y tenía recursos para empujar a los dos hacia el límite pero iba a ir paso por paso. Al calvo lo intimidaba y le hubiese costado negarle a primeras al punto de haberse sorprendido por la actitud de su compatriota.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘