12/09/2018, 11:00
Ayame, ajena a las burlas de Daruu tras ella, abrió los ojos y frunció el ceño con extrañeza cuando el eco retornó a ella. Giró la cabeza en la dirección en la que lo había visto y, sin una palabra se dirigió hacia el callejón que se extendía más allá de la calle. En él no había más que un contenedor volcado, con las bolsas de basura desparramadas por el lugar. Arrugando la nariz, Ayame se acercó con cierto cuidado, observando con detenimiento la escena.
—¿Creéis que el asesino intentó saltar usando el contenedor y lo tiró en el intento? —preguntó, mirando hacia arriba por si llegara a ver algún tipo de pista más.
—¿Creéis que el asesino intentó saltar usando el contenedor y lo tiró en el intento? —preguntó, mirando hacia arriba por si llegara a ver algún tipo de pista más.