12/09/2018, 19:20
(Última modificación: 12/09/2018, 19:20 por Uchiha Akame.)
A cada minuto que pasaba, Akame tenía más claro que aquel kusajin no iba a revelarles nada de su pasado y su Pacto Animal ni por casualidad. Como aliciente, la presencia de Chokichi —al que no le había dado una tunda por una mera cuestión profesional, pero que seguía teniéndole ganas— estaba empezando a irritarle. Algo en la forma de hablar del Hōzuki, en su expresión, en su lenguaje corporal le decía que estaba ocultando sus verdaderas intenciones.
«Malnacido... ¿Algún día dejarás de malmeter y te centrarás en ser un maldito ninja de utilidad para tu Villa?»
Con el misterio de aquella supuesta misión de infiltración —Akame no terminaba de creérselo— y la actitud cerrada de Yota, El Profesional se limitó a terminar su comida y bebida. Luego tiró el cartón de los dangos en una papelera y se prendió otro cigarrillo.
—Bueno, hábiles y nobles ninjas, me temo que el deber me reclama. No tengo duda de que aquí Chokichi-san, el Maestro de Espías, podrá entretenerte de sobra con su regia presencia —dijo el Uchiha a Yota, con evidente sorna y soltando una risotada después.
Dicho lo cual, Akame se dio media vuelta y echó a andar por la calzada, fumando de su cigarro a pitadas intermitentes hasta doblar la esquina más próxima y perderse de la vista de ambos shinobi.
«Malnacido... ¿Algún día dejarás de malmeter y te centrarás en ser un maldito ninja de utilidad para tu Villa?»
Con el misterio de aquella supuesta misión de infiltración —Akame no terminaba de creérselo— y la actitud cerrada de Yota, El Profesional se limitó a terminar su comida y bebida. Luego tiró el cartón de los dangos en una papelera y se prendió otro cigarrillo.
—Bueno, hábiles y nobles ninjas, me temo que el deber me reclama. No tengo duda de que aquí Chokichi-san, el Maestro de Espías, podrá entretenerte de sobra con su regia presencia —dijo el Uchiha a Yota, con evidente sorna y soltando una risotada después.
Dicho lo cual, Akame se dio media vuelta y echó a andar por la calzada, fumando de su cigarro a pitadas intermitentes hasta doblar la esquina más próxima y perderse de la vista de ambos shinobi.