12/09/2018, 22:46
(Última modificación: 12/09/2018, 23:10 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
El agua refrescó su cuerpo y despejó su mente rápidamente. Durante un momento, Ayame sintió incluso deseos de echarse el agua que quedaba en la botella por encima, pero resistió la tentación y simplemente se mojó un poco la mano para pasársela por el cuello, la nuca y la frente.
—Ay... gracias... creía que me moría... —suspiró, aliviada.
Y ahora que se podía reincorporar y dirigirse a su interlocutor sin temor a un nuevo desvanecimiento se dio cuenta de un pequeño e insignificante detalle. Aquel chico, era, en realidad, dos. ¿Aún estaba sufriendo los estragos de la insolación que veía doble?
—Por cierto, no me he presentado, soy Aotsuki Ayame, de Amegakure —sonrió, algo tensa—. ¿Sois gemelos? Tú habías dicho que eras...
—Ay... gracias... creía que me moría... —suspiró, aliviada.
Y ahora que se podía reincorporar y dirigirse a su interlocutor sin temor a un nuevo desvanecimiento se dio cuenta de un pequeño e insignificante detalle. Aquel chico, era, en realidad, dos. ¿Aún estaba sufriendo los estragos de la insolación que veía doble?
—Por cierto, no me he presentado, soy Aotsuki Ayame, de Amegakure —sonrió, algo tensa—. ¿Sois gemelos? Tú habías dicho que eras...