18/09/2015, 15:59
Ante él se encontraba una mujer entrada en años ya, sujetaba un paraguas cerrado que ahora usaba como bastón dado que la lluvia habia cesado. Nabi la miraba, y como que le sonaba de algo, pero no sabia muy bien de qué. ¿Era la señora de la limpieza de la academia? ¿La pastelera de la pasteleria donde compraba sus pastelitos de chocolate cada viernes al salir de clase? ¿ERA LA KAGE?
Em... Hola.
Sin embargo, Boladepelos-kun sí la reconoció y sin dudarlo se lanzó a sus brazos. La mujer se apartó de autoreflejo, pues no habia visto al can y al ver como algo peludo se lanzaba a por ella se echó a un lado, y el perro salió volando hacia la calle. Nabi solo pudo contener una risilla cuando se cayó de cabeza en un charco de barro. Mike, herido moralmente, se volvió hacia la puerta rapidamente y manifestó su intención de meterse dentro. El Uchiha, que estaba apoyado en su pierna buena para mantenerse de pie, pensó en detenerle, DEBIA DETENERLE, iba hasta el culo de barro, sin embargo, cuando intento colocar la pierna para evitar su entrada, pero tendria que colocar la mala. Así pues, tuvo que ver como entraba una cosa marrón disparada hacia Eri en busca de amor y limpieza.
Una lagrimilla cayó por la mejilla del rubio al ver su casa llena de barro. Dirigió la mirada a la peliazul, una mirada confusa de que no tenia ni idea de quien era esa mujer y de que ella si sabia quien era él, y eso era raro y trastornador.
Em... Hola.
Sin embargo, Boladepelos-kun sí la reconoció y sin dudarlo se lanzó a sus brazos. La mujer se apartó de autoreflejo, pues no habia visto al can y al ver como algo peludo se lanzaba a por ella se echó a un lado, y el perro salió volando hacia la calle. Nabi solo pudo contener una risilla cuando se cayó de cabeza en un charco de barro. Mike, herido moralmente, se volvió hacia la puerta rapidamente y manifestó su intención de meterse dentro. El Uchiha, que estaba apoyado en su pierna buena para mantenerse de pie, pensó en detenerle, DEBIA DETENERLE, iba hasta el culo de barro, sin embargo, cuando intento colocar la pierna para evitar su entrada, pero tendria que colocar la mala. Así pues, tuvo que ver como entraba una cosa marrón disparada hacia Eri en busca de amor y limpieza.
Una lagrimilla cayó por la mejilla del rubio al ver su casa llena de barro. Dirigió la mirada a la peliazul, una mirada confusa de que no tenia ni idea de quien era esa mujer y de que ella si sabia quien era él, y eso era raro y trastornador.
—Nabi—