13/09/2018, 21:23
No sé, debí decir algo mal como para que se lo tomase de aquella manera o algo extraño estaba pasando. De pronto, el chunnin del Remolino apretó el puño con el que sostenía aquel palito de dangos hasta el punto de que los nudillos se tiñeron de un blanco como el de la nieve. Pude ver rabia en ese gesto, pero yo seguía sin entender...
—Era una gran amiga, sí…
— Oye, Chokichi, tío, ¿estás bien?
— Sí, tío, ¿Va todo bien?
. Falleció nueve meses atrás.
Definitivamente, nada iba bien. Ahora entendía todo. Joder, por todos los dioses. Incluso a mí que solo la vi ese día se me había congelado el corazón. Pero, si lo pensabas en frío, ese era el destino con el que los ninjas, los samúrais.. en fin, los combatientes de Oonindo jugaban cada día. cualquiera de nosotros. Yo, Chokichi, Akame... Cualquiera podría visitar los aposentos del Yomi cualquier día, incluso en el momento menos pensado, nunca sabes cuando te van a clavar un kunai por la retaguardia.
— Hostias, no sabía nada, Lo siento mucho, Chokichi-san. Debe ser duro si estábais tan unidos...
Su mirada también se congeló, miraba fijamente — bueno, por decir algo — al suelo de la calle e incluso dejó de comer, algo que no había sucedido desde que abandonamos el antro de Anko-san.
— Vamos, vamos, cómete unos dangos más para pasar las penas, chico
En efecto, Kumopansa volvía a ser la de siempre, inoportuna como ella sola.
—Era una gran amiga, sí…
— Oye, Chokichi, tío, ¿estás bien?
— Sí, tío, ¿Va todo bien?
. Falleció nueve meses atrás.
Definitivamente, nada iba bien. Ahora entendía todo. Joder, por todos los dioses. Incluso a mí que solo la vi ese día se me había congelado el corazón. Pero, si lo pensabas en frío, ese era el destino con el que los ninjas, los samúrais.. en fin, los combatientes de Oonindo jugaban cada día. cualquiera de nosotros. Yo, Chokichi, Akame... Cualquiera podría visitar los aposentos del Yomi cualquier día, incluso en el momento menos pensado, nunca sabes cuando te van a clavar un kunai por la retaguardia.
— Hostias, no sabía nada, Lo siento mucho, Chokichi-san. Debe ser duro si estábais tan unidos...
Su mirada también se congeló, miraba fijamente — bueno, por decir algo — al suelo de la calle e incluso dejó de comer, algo que no había sucedido desde que abandonamos el antro de Anko-san.
— Vamos, vamos, cómete unos dangos más para pasar las penas, chico
En efecto, Kumopansa volvía a ser la de siempre, inoportuna como ella sola.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
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