17/09/2018, 01:44
Un sí, entre dientes; fue lo que salió de Riko, que estaba más tenso que un fémur.
—Valiente, qué valiente —dijo—. ¡qué suerte que te encontraste conmigo! El Tiburón de Amegakure, un buen samaritano. Kaido, Umikiba Kaido —era la primera vez que decía su nombre—. ¿y qué haces por estos lares? yo iba de camino a una misión.
—Valiente, qué valiente —dijo—. ¡qué suerte que te encontraste conmigo! El Tiburón de Amegakure, un buen samaritano. Kaido, Umikiba Kaido —era la primera vez que decía su nombre—. ¿y qué haces por estos lares? yo iba de camino a una misión.