17/09/2018, 02:48
(Última modificación: 17/09/2018, 02:50 por Umikiba Kaido. Editado 1 vez en total.)
—Ellos lo sabrán —concluyó, antes de marchar—. ¡Adeú!
Kaguya Riko, tras la marcha del Tiburón, tuvo toda la voluntad de ponerse a entrenar su taijutsu.
Hacía bien, el joven genin, pues lo más apremiante para los novatos de la época era entrenar hasta que el cuerpo no les diera más. Porque, adelante de ellos, en el horizonte de su nindō, una importante camada de veteranos se debatían entre ellos en una época turbulenta donde la Paz de Shiona ya no imperaba más tras lo acontecido en los Examenes de Chunin. ¿Qué objetivo sino el de alcanzar a los grandes shinobi podría tener un novato como él, sino?
Aunque alcanzar ese objetivo, desde luego, no es sencillo. El tiempo pasa tan rápido como el atronar de una centella en el corazón de Unraikyo. Y con ella, la luz del día se fustigó en cuanto el sol quiso esconderse tras las enormes montañas que se extendían más allá de la frontera con el País de la Tierra.
Para entonces daban las séis de la tarde, aproximadamente.
Era la hora en la que muchos depredadores salían a cazar.
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Kaguya Riko, tras la marcha del Tiburón, tuvo toda la voluntad de ponerse a entrenar su taijutsu.
Hacía bien, el joven genin, pues lo más apremiante para los novatos de la época era entrenar hasta que el cuerpo no les diera más. Porque, adelante de ellos, en el horizonte de su nindō, una importante camada de veteranos se debatían entre ellos en una época turbulenta donde la Paz de Shiona ya no imperaba más tras lo acontecido en los Examenes de Chunin. ¿Qué objetivo sino el de alcanzar a los grandes shinobi podría tener un novato como él, sino?
Aunque alcanzar ese objetivo, desde luego, no es sencillo. El tiempo pasa tan rápido como el atronar de una centella en el corazón de Unraikyo. Y con ella, la luz del día se fustigó en cuanto el sol quiso esconderse tras las enormes montañas que se extendían más allá de la frontera con el País de la Tierra.
Para entonces daban las séis de la tarde, aproximadamente.
Era la hora en la que muchos depredadores salían a cazar.