17/09/2018, 19:32
(Última modificación: 17/09/2018, 20:50 por Inuzuka Nabi. Editado 1 vez en total.)
Juro no se dio por vencido ni por una milésima de segundo. Saltó del suelo dispuesto a darme una segunda ronda tan emocionante y violenta como la primera, sino más.
Vino a mi de frente, otra vez, parecía no aprender de sus errores porque me lanzó otro puñetazo a la cara como si fuese a decir "Oh, dios mio, no me lo esperaba". Estaba preparado para volver a bloquearlo y dejarle expuesto de nuevo, sin embargo, su mente perversa aprendió durante esos minutos que no podía ser tan obvio con sus ofensivas.
Así pues, ese puñetazo desvió su trayectoria dirigiéndose a mi estómago, haciéndolo imbloqueable desde mi posición. Pero yo no iba a dejarme hostias así como así. Conforme su puño se dirigía a mi pecho de macho uzunes, me doblé propinandole un buen cabezazo en la frente con mi frente, y de paso, minimizaba el dolor del golpe.
Sin embargo, lo que sentí al golpearle no fue carne ni hueso, ni siquiera cartilago o cerebro, sino metal, metal endeble, metal malo, como metal de mentira. Al separarme de él con una mano en el estomago vi lo que había golpeado. Su bandana. Eso tenía que ser trampa.
— Eso, claramente, va en contra del reglamento.
Mi elocuencia le convencería de que era una clara victoria para mi, pues él había roto todas las normas.
Vino a mi de frente, otra vez, parecía no aprender de sus errores porque me lanzó otro puñetazo a la cara como si fuese a decir "Oh, dios mio, no me lo esperaba". Estaba preparado para volver a bloquearlo y dejarle expuesto de nuevo, sin embargo, su mente perversa aprendió durante esos minutos que no podía ser tan obvio con sus ofensivas.
Así pues, ese puñetazo desvió su trayectoria dirigiéndose a mi estómago, haciéndolo imbloqueable desde mi posición. Pero yo no iba a dejarme hostias así como así. Conforme su puño se dirigía a mi pecho de macho uzunes, me doblé propinandole un buen cabezazo en la frente con mi frente, y de paso, minimizaba el dolor del golpe.
Sin embargo, lo que sentí al golpearle no fue carne ni hueso, ni siquiera cartilago o cerebro, sino metal, metal endeble, metal malo, como metal de mentira. Al separarme de él con una mano en el estomago vi lo que había golpeado. Su bandana. Eso tenía que ser trampa.
— Eso, claramente, va en contra del reglamento.
Mi elocuencia le convencería de que era una clara victoria para mi, pues él había roto todas las normas.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)