19/09/2018, 00:22
La chica evidentemente no entendió la broma de ser un huskie. Cabía de esperar, era lo más racional. Pero la sorpresa volvió a ser plasmada en el rostro de la joven para cuando Akane retomó su verdadera apariencia. Al parecer la chica no lo vio antes de transformarse en una copia asalvajada de Etsu, o simplemente no lo enlazó. Fuese como fuese, la chica no atinó ni a soltar una palabra. Balbuceó sin saber muy bien qué decir, sin entender muy bien el porqué de esa transformación quizás.
—Tranquila, no muerde —se atrevió a asegurar con una sonrisa, aunque bien sabía él que en realidad sí que mordía.
La chica sacudió la cabeza, volviendo del shock. Al fin, quizás mas relajada, retomó su capacidad de habla. Ayame contestó que realmente se había acercado al suponer lo de la lluvia, de hecho según la chica cuando no llovía era un mal augurio, una mala señal. Etsu no pudo ocultar la sorpresa ante esa afirmación, eso si que era raro...
La kunoichi no tardó en devolver la pregunta sobre el cambio de paisajes. Como poco conocedora de las tierras que rodeaban a Kusagakure, lo primero que se le vino a la cabeza fue el tema de la naturaleza. Perdida del todo no estaba, pero tampoco es que viviesen en los mismos árboles.
—Bueno, lo que mas raro se me hace es ver éstos edificios tan raros... en Kusagakure la arquitectura es mucho mas clásica. Abundan los dojos tradicionales, como el de mi abuelo; casas de madera con puertas de papel de arroz, y sobre todo parques con colores mas verdes... aquí hay demasiados cerezos para mi gusto, la verdad... jajaja.
—Tranquila, no muerde —se atrevió a asegurar con una sonrisa, aunque bien sabía él que en realidad sí que mordía.
La chica sacudió la cabeza, volviendo del shock. Al fin, quizás mas relajada, retomó su capacidad de habla. Ayame contestó que realmente se había acercado al suponer lo de la lluvia, de hecho según la chica cuando no llovía era un mal augurio, una mala señal. Etsu no pudo ocultar la sorpresa ante esa afirmación, eso si que era raro...
La kunoichi no tardó en devolver la pregunta sobre el cambio de paisajes. Como poco conocedora de las tierras que rodeaban a Kusagakure, lo primero que se le vino a la cabeza fue el tema de la naturaleza. Perdida del todo no estaba, pero tampoco es que viviesen en los mismos árboles.
—Bueno, lo que mas raro se me hace es ver éstos edificios tan raros... en Kusagakure la arquitectura es mucho mas clásica. Abundan los dojos tradicionales, como el de mi abuelo; casas de madera con puertas de papel de arroz, y sobre todo parques con colores mas verdes... aquí hay demasiados cerezos para mi gusto, la verdad... jajaja.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~