19/09/2018, 14:10
(Última modificación: 19/09/2018, 14:12 por Uchiha Akame. Editado 1 vez en total.)
«Por las tetas de Amaterasu...»
¿Acaso sus ojos le estaban engañando? Akame levantó aquella fotografía y la colocó bien alta, ante sus ojos, como si quisiera pasarle la prueba del trasluz cual billete falso. Sin embargo, ahí seguía la imagen; mostrando a un gordo con la expresión exacta de quien no se esperaba recibir un katanazo en todo el pechito.
«Fue él... Fue el condenado Chokichi. ¡Él les entregó esta fotografía y destapó la conspiración de Zoku!»
El jōnin se llevó una mano a las sienes. Aquello lo volvía todo mucho más complicado; estaba claro que Chokichi había ascendido a chuunin por aquella fotografía, y no en una peligrosa misión de infiltración, como había asegurado el propio Hōzuki ante Yota. Pero también le colocaba en un punto delicado, pues seguramente Sarutobi Hanabi tendría bien considerado al muchacho.
Con un bufido de frustración, el Kage Bunshin de Akame se apresuró a rebuscar en los cajones que quedaban, ávido de hallar más secretos como aquel... Y, sobre todo, información sensible de él mismo.
El Uchiha alzó una ceja. «¿Se está ocultando con algún tipo de jutsu de camuflaje?» Para Akame —que siempre había despreciado a Chokichi como ninja y como persona— era inverosímil que aquel gorderelas hubiera alcanzado un manejo del Ninjutsu suficiente como para dominar semejantes técnicas. Pero allí estaba, ante sus ojos, una potencial evidencia de ello.
«Putazo, sé que estás ahí...»
Así pues, el jōnin se retrajo en su escondite, apoyando la espalda contra el árbol. En teoría, el Hōzuki debía ser incapaz de verle desde donde Akame pensaba que se encontraba; de modo que, tras asegurarse de que por allí no pasaba ningún observador incómodo, el Uchiha deshizo su propio camuflaje y acto seguido activó su Sharingan.
Luego, volvió a recubrirse con la técnica del Meisaigakure, y volvió a mirar. Pero esa vez, con unos ojos de verdad.
¿Acaso sus ojos le estaban engañando? Akame levantó aquella fotografía y la colocó bien alta, ante sus ojos, como si quisiera pasarle la prueba del trasluz cual billete falso. Sin embargo, ahí seguía la imagen; mostrando a un gordo con la expresión exacta de quien no se esperaba recibir un katanazo en todo el pechito.
«Fue él... Fue el condenado Chokichi. ¡Él les entregó esta fotografía y destapó la conspiración de Zoku!»
El jōnin se llevó una mano a las sienes. Aquello lo volvía todo mucho más complicado; estaba claro que Chokichi había ascendido a chuunin por aquella fotografía, y no en una peligrosa misión de infiltración, como había asegurado el propio Hōzuki ante Yota. Pero también le colocaba en un punto delicado, pues seguramente Sarutobi Hanabi tendría bien considerado al muchacho.
Con un bufido de frustración, el Kage Bunshin de Akame se apresuró a rebuscar en los cajones que quedaban, ávido de hallar más secretos como aquel... Y, sobre todo, información sensible de él mismo.
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El Uchiha alzó una ceja. «¿Se está ocultando con algún tipo de jutsu de camuflaje?» Para Akame —que siempre había despreciado a Chokichi como ninja y como persona— era inverosímil que aquel gorderelas hubiera alcanzado un manejo del Ninjutsu suficiente como para dominar semejantes técnicas. Pero allí estaba, ante sus ojos, una potencial evidencia de ello.
«Putazo, sé que estás ahí...»
Así pues, el jōnin se retrajo en su escondite, apoyando la espalda contra el árbol. En teoría, el Hōzuki debía ser incapaz de verle desde donde Akame pensaba que se encontraba; de modo que, tras asegurarse de que por allí no pasaba ningún observador incómodo, el Uchiha deshizo su propio camuflaje y acto seguido activó su Sharingan.
Luego, volvió a recubrirse con la técnica del Meisaigakure, y volvió a mirar. Pero esa vez, con unos ojos de verdad.