19/09/2018, 21:25
(Última modificación: 14/10/2018, 20:55 por Eikyuu Juro. Editado 1 vez en total.)
« Hoy es el día. Hoy es el día » — murmuraba por sus adentros, mientras caminaba hacia el dojo que se les había asignado. Ahí, él esperaría a su alumno.
¡A su alumno! Aún no podía creerlo. Todo había sido tan rápido. Ahora, no solo se le había asignado el rango de Jōnin, sino que también estaba capacitado para ejercer de tutor. En un primer momento, había rechazado con creces la propuesta (no se sentía para nada preparado). Luego, sin embargo, lo había pensando. No se le ofrecía un equipo de tres genin, si no un genin rezagado en la academia.
Su nombre era Hanamura Kazuma. Tenía su ficha y su historial en una carpeta que llevaba en su mano derecha. La había ojeado durante un rato, nervioso. ¿Cómo sería? ¿Cómo se comportaría? ¿Le renegaría? Juro era joven. Muy joven. Además de bajo. ¿Y si medía más que él?
Dios. Probablemente mediría más que él. A la mierda todo el respeto.
« Relajate. ¿Qué tipo de sensei quieres ser? ¿Uno borde y duro que luego sea un cacho de pan? ¿Uno guay? ¿Uno pervertido? » — ¿¡Cómo no lo había pensando antes!? ¡No tenía identidad como sensei! No había pensando una frase característica, ni un rol, ni nada. Iba a ser una mierda.
Luego, había pensando que era el primero. Bueno, el primero siempre sale un poco mal, ¿no? Para el siguiente ya lo haría mejor. Solo tenía que coger experiencia.
— Esa no es la actitud. Tengo que hacerle un ninja de provecho — murmuró para sí, apretando los puños —. Pero... ¿Cómo?
No sabía lo que tenía que ofrecerle, además de su experiencia y sus consejos. Tendría que valer con eso, por desgracia para él. Haría lo que mejor estuviese en su mano.
Se había pasado todo el día de antes pensando en como iría. Había cambiado su típica camiseta verde (demasiado alegre) por un sueter ajustado negro, que se adhería como una segunda piel desde el pecho al cuello. Le daba una apariencia más adulta. Se había dejado su colgante de colmillo blanco, brillando sobre la negrura del suéter. Además, llevaba el chaleco y la placa que le identificaba, y los dos rollos de pergamino a los lados de su cintura. A su espalda, llevaba una gran lona, que tapaba una especie de bulto, como una joroba.
« ¿Debería llevar gafas para parecer más guay? No. No quedaría bien. Quizá debería llevar un libro para parecerle más inteligente. ¿Debería dar un golpe en la mesa para ganarme su respeto? Si me ve tan joven, tengo que hacerme respetar de alguna forma. ¿Y algo para beber? Si, eso es buena idea... » — Había dado vueltas toda la noche sobre como hacerlo. Al final, solo había sacado en claro unas ojeras profundas y un dolor de cabeza remarcable.
...
Cuando Kazuma entrara en el dojo correspondiente, podría ver que no había ningun problema. Su futuro sensei, nervioso como él solo y con miedo a perderse, había llegado aún más pronto que él.
El dojo consistia de paredes correderas hechas de madera, con decoraciones vegetales y arbolarias. Un enorme tatami para el combate, que medía más de diez metros. Al fondo, había una mesa con dos asientos, y una tetera, repleta de lo que se suponía que era alguna clase de té. A su lado, había dos vasos.
Juro se encontraba sentado en una de las sillas, de rodillas. Tenía un libro en su mano, de tapa roja, y parecía muy interesado en leerlo. El chico levantó la mirada del libro unos segundos, para mirar a Kazuma.
— Oh, veo que llegaste pronto — dijo, con voz seria y fría —. Hanamura Kazuma, ¿verdad? Pasa. Cierra la puerta y siéntate en el otro cojín.
Conforme se acercase, podría ver otras cosas. No solo las profundas ojeras de su instructor, su vestimenta, o el gran bulto de su espalda. Había otro detalle bastante importante.
El libro que estaba leyendo estaba al revés.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60