20/09/2018, 12:42
Zetsuo soltó un "ja", incrédulo.
—A este paso, me vas a hacer dudar, porque creía que una hija mía sería un poco más espabilada —gruñó Zetsuo, demostrando efectivamente que sí, que se trataba de él—. ¿Qué te pasa hoy, niña?
Tras la conversación, ambos caminarían en silencio durante un rato. Pasaron por las puertas de Amegakure, donde Zetsuo tuvo que insistir varias veces en que no se alejarían mucho de las murallas. Al parecer, Yui se había esforzado bien para que todos los guardias supieran que Aotsuki Ayame no podía salir de la aldea.
El patriarca de los Aotsuki se subió al muro, ante la incredulidad de Ayame, y saltó a las aguas del lago.
—¡No te retrases! Y como se te ocurra aprovechar para darte un paseo, te corro a hostias.
—A este paso, me vas a hacer dudar, porque creía que una hija mía sería un poco más espabilada —gruñó Zetsuo, demostrando efectivamente que sí, que se trataba de él—. ¿Qué te pasa hoy, niña?
Tras la conversación, ambos caminarían en silencio durante un rato. Pasaron por las puertas de Amegakure, donde Zetsuo tuvo que insistir varias veces en que no se alejarían mucho de las murallas. Al parecer, Yui se había esforzado bien para que todos los guardias supieran que Aotsuki Ayame no podía salir de la aldea.
El patriarca de los Aotsuki se subió al muro, ante la incredulidad de Ayame, y saltó a las aguas del lago.
—¡No te retrases! Y como se te ocurra aprovechar para darte un paseo, te corro a hostias.