20/09/2018, 12:48
(Última modificación: 20/09/2018, 12:48 por Amedama Daruu.)
«¿Un montón de... hombres... calvos?», se extrañó Daruu, con una ceja levantada. Aún cuando los otros dos se alejaban ya hacia la salida del callejón, el muchacho pegaba la oreja a la susodicha puerta. Sólo le contestó el silencio. «¿Una especie de templo? ¿Será aquí de donde viene Karamaru-san?»
Se encogió de hombros y siguió a sus compañeros.
Sentados en una hamburguesería, cada uno devoraba uno de esos menús combinados con patatas y refresco. Bueno, Ayame había insistido en pedir agua. Típico de ella.
—Sigo sin entender por qué querría alguien matar al señor Takahashi —dijo Daruu—. Quiero decir, ¿podría ser un ajuste de cuentas? Es lo único que tiene sentido, pero no sabemos nada de su vida así que no podemos saber si hay algún motivo personal.
Se encogió de hombros y siguió a sus compañeros.
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Sentados en una hamburguesería, cada uno devoraba uno de esos menús combinados con patatas y refresco. Bueno, Ayame había insistido en pedir agua. Típico de ella.
—Sigo sin entender por qué querría alguien matar al señor Takahashi —dijo Daruu—. Quiero decir, ¿podría ser un ajuste de cuentas? Es lo único que tiene sentido, pero no sabemos nada de su vida así que no podemos saber si hay algún motivo personal.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)