21/09/2018, 18:31
Daruu entregó las manos a Kori, quien le agarró de las muñecas y se decidió a abrasar su piel a base de frío. Daruu entrecerró los ojos y aguantó con fastidio. «¿Pero qué narices pretende?» Por un momento, el chuunin incluso temió que se hubiese tomado su petición de forma literal, que pretendiese congelarlo. Pero Kori era más listo que eso. E igual de inescrutable, como estaba a punto de comprobar.
—Buena suerte.
—¿Eh?
Pero Kori se desvaneció con la ayuda de un Sunshin no Jutsu. Cuando bajó la mirada, se dio cuenta de que sus muñecas estaban apresadas con sendas esposas, de hielo. «No me jodas, ¡qué cabron! ¡Pero qué me va enseñar esto!» Vio que había tenido el detalle de pagar de antemano la comida. Miró hacia un lado, miró hacia otro. «¡Mierda! ¡Y yo que hago ahora!» Se levantó de golpe, y caminó como un reo por el establecimiento de dangos ante la atónita mirada de los trabajadores.
—Esto... por favor, ¿alguien puede ayudarme a quitarme esto? —pidió, con una gota de sudor frío resbalándole por el lateral izquierdo de la sien.
—Buena suerte.
—¿Eh?
Pero Kori se desvaneció con la ayuda de un Sunshin no Jutsu. Cuando bajó la mirada, se dio cuenta de que sus muñecas estaban apresadas con sendas esposas, de hielo. «No me jodas, ¡qué cabron! ¡Pero qué me va enseñar esto!» Vio que había tenido el detalle de pagar de antemano la comida. Miró hacia un lado, miró hacia otro. «¡Mierda! ¡Y yo que hago ahora!» Se levantó de golpe, y caminó como un reo por el establecimiento de dangos ante la atónita mirada de los trabajadores.
—Esto... por favor, ¿alguien puede ayudarme a quitarme esto? —pidió, con una gota de sudor frío resbalándole por el lateral izquierdo de la sien.