21/09/2018, 18:34
El jōnin se mantuvo impasible mientras su subordinado se derrumbaba. Chokichi parecía estar completamente destruido psicológicamente en ese momento, pero Akame no le quitó ojo de encima ni un momento. Su marmórea expresión fue testigo de cómo el Hōzuki vomitaba hasta la primera papilla, de rodillas en el suelo, como un puberto en su primera borrachera. Destrozado, la víctima de su Saimingan quiso saber el motivo detrás de todo aquello.
Akame se cruzó de brazos, con el tabaco encendido en su mano derecha y la revista en su izquierda. Aquella pregunta era mucho más difícil de responder de lo que el propio Uchiha hubiera pensado jamás. Suspiró con resignación. Probablemente iba a arrepentirse de lo que estaba a punto de hacer. Datsue, sin duda, lo habría calificado como la decisión más estúpida que Akame había tomado jamás. O tal vez sólo se hubiera reído en su cara.
Pero él... Él tenía que intentarlo. Si había una multitud de razones por las que en ese momento debía destruir a Chokichi, Akame había encontrado inesperadamente otras tantas para...
—Quiero convertirte en un ninja de élite.
Luego, fumó una honda pitada de su cigarrillo. Y esperó.
Akame se cruzó de brazos, con el tabaco encendido en su mano derecha y la revista en su izquierda. Aquella pregunta era mucho más difícil de responder de lo que el propio Uchiha hubiera pensado jamás. Suspiró con resignación. Probablemente iba a arrepentirse de lo que estaba a punto de hacer. Datsue, sin duda, lo habría calificado como la decisión más estúpida que Akame había tomado jamás. O tal vez sólo se hubiera reído en su cara.
Pero él... Él tenía que intentarlo. Si había una multitud de razones por las que en ese momento debía destruir a Chokichi, Akame había encontrado inesperadamente otras tantas para...
—Quiero convertirte en un ninja de élite.
Luego, fumó una honda pitada de su cigarrillo. Y esperó.