23/09/2018, 17:17
Aliviado, alcé la mirada de nuevo, al horizonte, al menos parecía que el kusajin comprendía un poco mi situación. Aunque como el propio Juro relataba, para él tampoco había sido fácil todo aquel cambio que se cernía sobre nosotros, en su caso con especial hincapié en aquel inesperado ascenso hasta ser jounin, saltándose el paso intermedio de ser un chuunin. Lo suyo también era lógico y razonable, desde luego.
— No conozco a Kenzou-sama lo suficiente como para saber como piensa o como toma las decisiones, pero estoy convencido de que si te ha ascendido hasta jounin es porque te lo has ganado y porque él mismo cree que lo harás bien con tu nuevo cargo
Bueno, la verdad es que no hacía falta ser un cerebrito para saber que no había necesidad alguna de ascenderlo hasta ese rango shinobi a no ser que hubieran unos méritos y unos motivos de peso para hacerlo. Si lo había logrado era porque el muchacho había destacado y aquel era el premio que merecía el marionetista. Ahora era tarea suya que la presión no le superase y pudiese desempeñar sus nuevas obligaciones con solvencia y que las expectativas depositadas en él no cayeran en saco roto.
— No tengo otra opción que empezar a hacer las cosas bien a partir de ahora. Simplemente no tengo elección. Y quiero hacerlo bien
— Bueno, ¿y el besito para cuando? en serio que sois dos humanos muy raritos, ¿eh?
Oh, claro, como no, Kumopansa haciendo una broma de las suyas, siempre dispuesto a meter la puntilla que para ella era tan necesaria. Me limité a no hacer ni un solo comentario al respecto antes que soltar un improperio.
— No conozco a Kenzou-sama lo suficiente como para saber como piensa o como toma las decisiones, pero estoy convencido de que si te ha ascendido hasta jounin es porque te lo has ganado y porque él mismo cree que lo harás bien con tu nuevo cargo
Bueno, la verdad es que no hacía falta ser un cerebrito para saber que no había necesidad alguna de ascenderlo hasta ese rango shinobi a no ser que hubieran unos méritos y unos motivos de peso para hacerlo. Si lo había logrado era porque el muchacho había destacado y aquel era el premio que merecía el marionetista. Ahora era tarea suya que la presión no le superase y pudiese desempeñar sus nuevas obligaciones con solvencia y que las expectativas depositadas en él no cayeran en saco roto.
— No tengo otra opción que empezar a hacer las cosas bien a partir de ahora. Simplemente no tengo elección. Y quiero hacerlo bien
— Bueno, ¿y el besito para cuando? en serio que sois dos humanos muy raritos, ¿eh?
Oh, claro, como no, Kumopansa haciendo una broma de las suyas, siempre dispuesto a meter la puntilla que para ella era tan necesaria. Me limité a no hacer ni un solo comentario al respecto antes que soltar un improperio.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa