27/09/2018, 20:56
Daruu no habló, Kōri tampoco pronunció palabra. Y el corazón de Ayame se encogió con dolor.
Plaf.
Ayame sintió el impacto de algo alargado y tieso contra su mejilla. Algo que resbaló por su cara y terminó cayendo sobre la mesa. Una patata frita.
—Eh, carapapa. Esa era tuya —dijo Daruu.
Ayame se llevó una mano a la mejilla, estupefacta. Y no pudo evitar echarse a reír, divertida y aliviada. Terriblemente aliviada. Aún así, agachó ligeramente la barbilla y miró a su hermano, a su sensei, por debajo de las pestañas.
—Entonces... ¿qué vamos a hacer ahora?
Plaf.
Ayame sintió el impacto de algo alargado y tieso contra su mejilla. Algo que resbaló por su cara y terminó cayendo sobre la mesa. Una patata frita.
—Eh, carapapa. Esa era tuya —dijo Daruu.
Ayame se llevó una mano a la mejilla, estupefacta. Y no pudo evitar echarse a reír, divertida y aliviada. Terriblemente aliviada. Aún así, agachó ligeramente la barbilla y miró a su hermano, a su sensei, por debajo de las pestañas.
—Entonces... ¿qué vamos a hacer ahora?