28/09/2018, 05:09
—¡Shhhh! no hables tan duro, o me pillarán —advirtió. Se acercó lo más que pudo y se quitó la capucha—. escucha, no tenemos mucho tiempo antes de que el perro de mi hermana regrese. Me llamo Hauru, y ... te voy a ayudar a escapar.
Pese a aquella revelación, Riko podía atar cabos. Yaban había hablado de él antes y ahora tenía un rostro.
Era un muchacho tan joven como él mismo. Catorce años, a lo sumo. Muchas de sus facciones le hacían recordar a Ikari o a Yaban, incluso, y tenía las mismas marcas en la mejilla. Cabello negro arremolinado aunque más corto y uniforme. Hasta se podía decir que lucía más pulcro y, por qué no, amigable.
Pese a aquella revelación, Riko podía atar cabos. Yaban había hablado de él antes y ahora tenía un rostro.
Era un muchacho tan joven como él mismo. Catorce años, a lo sumo. Muchas de sus facciones le hacían recordar a Ikari o a Yaban, incluso, y tenía las mismas marcas en la mejilla. Cabello negro arremolinado aunque más corto y uniforme. Hasta se podía decir que lucía más pulcro y, por qué no, amigable.