28/09/2018, 17:53
¡Ja! Por supuesto. Había habido algo sospechoso respecto a aquella anciana desde el principio. Le ayudaría, sí, pero no a cambio de nada. Daruu la miraba, incrédulo, mientras la mujer le solicitaba ir a buscar un gato que se le había escapado.
—Vamos a ver si lo he entendido bien —comenzó Daruu—... Me escondo en este callejón, ajeno a miradas que puedan meterme en problemas, con unas esposas a la espera de librarme de ellas, cosa que tú me ofreces... a cambio de salir a buscar a uno de tus gatos fuera de este callejón, exponiéndome a miradas que pueden meterme en problemas. —Daruu ladeó la cabeza—. ¿Ve dónde radica mi resistencia? Además, con estas esposas seguro que me es difícil correr mucho detrás de nada.
—Vamos a ver si lo he entendido bien —comenzó Daruu—... Me escondo en este callejón, ajeno a miradas que puedan meterme en problemas, con unas esposas a la espera de librarme de ellas, cosa que tú me ofreces... a cambio de salir a buscar a uno de tus gatos fuera de este callejón, exponiéndome a miradas que pueden meterme en problemas. —Daruu ladeó la cabeza—. ¿Ve dónde radica mi resistencia? Además, con estas esposas seguro que me es difícil correr mucho detrás de nada.