29/09/2018, 01:00
Como era de esperarse, el maestro determino que para avanzar era necesario el conocer las habilidades de las cuales disponía el alumno. Esto con la intención de estimar su capacidad de combate, conocimiento necesario para el futuro diseño de cualquier plan de entrenamiento. En un principio considero el llegar a dicho conocimiento a través del método mayéutico, pero a fin de cuentas eran ninjas: guerreros más de practica que de teoría; por lo que lo más adecuado sería una demostración informal.
—Me parece bien —comunicó, mientras observaba a Juro mostrarse un tanto indeciso.
De pronto, un movimiento que capto su atención y amerito que abriese los ojos plenamente: el sensei extrajo de su equipamiento un pergamino, que posteriormente extendió sobre la limpia superficie del tatami. De alguna manera ya anticipaba que era lo que ocurriría, pero aquello no restaba profundidad a su capacidad de impresionarse. Una serie de misteriosos sellos y en respuesta una humareda que emergía del pergamino como si el mismo hubiese entrado en combustión.
—¡Wow! —expreso, con cierto animo sereno, mientras se acercaba para ver mejor el objeto que ahora yacía frente a él—. Estos muñecos de entrenamiento siempre me han parecido, a partes iguales, un tanto tétricos y graciosos.
— Bien, como iba diciendo, quiero comprobar algunas de tus habilidades —aseguro, invitándole a probarse con el hombre de madera—. Veamos cómo te desenvuelves con un enemigo que no puede moverse. Enséñame primero algo de tu taijutsu.
—Entendido —declaró, mientras adoptaba una posición cercana y la postura de combate típica de la academia.
Mostrándose tranquilo y dispuesto, Kazuma dio un paso hacia adelante y arrojo una patada frontal al torso de aquel espantapájaros.
—Me parece bien —comunicó, mientras observaba a Juro mostrarse un tanto indeciso.
De pronto, un movimiento que capto su atención y amerito que abriese los ojos plenamente: el sensei extrajo de su equipamiento un pergamino, que posteriormente extendió sobre la limpia superficie del tatami. De alguna manera ya anticipaba que era lo que ocurriría, pero aquello no restaba profundidad a su capacidad de impresionarse. Una serie de misteriosos sellos y en respuesta una humareda que emergía del pergamino como si el mismo hubiese entrado en combustión.
—¡Wow! —expreso, con cierto animo sereno, mientras se acercaba para ver mejor el objeto que ahora yacía frente a él—. Estos muñecos de entrenamiento siempre me han parecido, a partes iguales, un tanto tétricos y graciosos.
— Bien, como iba diciendo, quiero comprobar algunas de tus habilidades —aseguro, invitándole a probarse con el hombre de madera—. Veamos cómo te desenvuelves con un enemigo que no puede moverse. Enséñame primero algo de tu taijutsu.
—Entendido —declaró, mientras adoptaba una posición cercana y la postura de combate típica de la academia.
Mostrándose tranquilo y dispuesto, Kazuma dio un paso hacia adelante y arrojo una patada frontal al torso de aquel espantapájaros.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)