30/09/2018, 23:11
Hauru le miró a los ojos, y Riko pudo sentir su temor. Era como ver a la cara de tu mascota y saber, por sus sentidas expresiones, lo que quería decirte aún y cuando éste no fuera capaz de decir nada.
—Ya te lo diré. Por lo pronto, sígueme. ¿Puedes correr? —le preguntó, teniendo en cuenta la paliza que su hermana, Ikari, le había propiciado antes.
—Ya te lo diré. Por lo pronto, sígueme. ¿Puedes correr? —le preguntó, teniendo en cuenta la paliza que su hermana, Ikari, le había propiciado antes.