6/10/2018, 22:29
Continuaba su recorrido con una sonrisa dibujada en el rostro. Aunque se le había presentado una tarea harto difícil, no parecía que estuviese en baja forma. Daruu, saltando de tejadillo en tejadillo, había cruzado ya gran parte del espacio que le separaba de las grandes avenidas y las callejuelas abarrotadas de tiendas del Distrito Comercial. No obstante el destino le tenía preparada una desagradable sorpresa que descubrió en el instante que uno de sus pies se encontró con una teja rebelde y traicionera que le arrojó hacia el vacío.
Con el corazón latiéndole a mil por hora, Daruu debía reaccionar rápido. Giró su cuerpo hasta ponerlo en una posición idónea para volver a uno de los tejadillos y liberó un estallido de agua a presión de uno de sus pies tras ponerlos rectos como una aguja. Se impulsó antinaturalmente en el aire y aterrizó sobre él. Sopló con alivio y siguió su camino.
Con el corazón latiéndole a mil por hora, Daruu debía reaccionar rápido. Giró su cuerpo hasta ponerlo en una posición idónea para volver a uno de los tejadillos y liberó un estallido de agua a presión de uno de sus pies tras ponerlos rectos como una aguja. Se impulsó antinaturalmente en el aire y aterrizó sobre él. Sopló con alivio y siguió su camino.