7/10/2018, 22:02
—Eres las olas grises del mar...
Su corazón se paró, al mismo tiempo que la música se apagó.
Abrió los ojos de par en par y se giró rápidamente, pero no encontró nada. Cayó de rodillas con la flauta sujeta fuertemente con ambas manos. De sus ojos se escaparon dos gruesas lágrimas que recorrieron lentamente sus mejillas, perdiéndose en el borde de su barbilla. La figura que antes había estado allí ya no estaba, no... Ella se había quedado sola en aquella grande y desolada plaza. Entonces...
¡¿Entonces cómo había sido posible que hubiera escuchado aquello?!
«No... No puede ser... ¡No puede ser fruto de mi imaginación!»
Se levantó rápidamente, sin limpiarse las lágrimas, y corrió hacia la salida de la plaza, aunque no llegó pues se resbaló con su propia capa de viaje, de la cual se deshizo con ansiada rapidez, a la vez que chillaba:
—¡AYAMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!
Su voz sonó desgarradora, más así es como se sentía su corazón. No entendía por qué, tampoco sabía qué acababa de hacerla reaccionar de aquella manera, pero no se esperaba escuchar su voz, su dulce voz allí, justo cuando ella había comenzado a entonar aquella melodía...
—¡AYAMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!
Volvió a chillar, levantándose de nuevo, sin importarle las miradas que aquellos chillidos pudieran causar.
Su corazón se paró, al mismo tiempo que la música se apagó.
Abrió los ojos de par en par y se giró rápidamente, pero no encontró nada. Cayó de rodillas con la flauta sujeta fuertemente con ambas manos. De sus ojos se escaparon dos gruesas lágrimas que recorrieron lentamente sus mejillas, perdiéndose en el borde de su barbilla. La figura que antes había estado allí ya no estaba, no... Ella se había quedado sola en aquella grande y desolada plaza. Entonces...
¡¿Entonces cómo había sido posible que hubiera escuchado aquello?!
«No... No puede ser... ¡No puede ser fruto de mi imaginación!»
Se levantó rápidamente, sin limpiarse las lágrimas, y corrió hacia la salida de la plaza, aunque no llegó pues se resbaló con su propia capa de viaje, de la cual se deshizo con ansiada rapidez, a la vez que chillaba:
—¡AYAMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!
Su voz sonó desgarradora, más así es como se sentía su corazón. No entendía por qué, tampoco sabía qué acababa de hacerla reaccionar de aquella manera, pero no se esperaba escuchar su voz, su dulce voz allí, justo cuando ella había comenzado a entonar aquella melodía...
—¡AYAMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!
Volvió a chillar, levantándose de nuevo, sin importarle las miradas que aquellos chillidos pudieran causar.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)