7/10/2018, 23:21
Juro pronto comprendió su error. Se le enrojecieron las mejillas, y trató de ocultarlo, mirando al suelo. El lugar era grande, sí. Mucho más grande de lo que habría esperado. Para él, que la orientación y las proporciones eran un lío, tenía mucho que trabajar en ese aspecto.
Yota volvió a ponerle mala cara, para después ordenar a su araña compañera que se fuese a investigar, y a él que debían de tratar de averiguar dónde estaba el paradero de los dojos.
— B-bien, es una buena idea — murmuró, para después poner su vista a la gente que había —. Vamos a preguntarle a alguien. Supongo que no corremos ningún riesgo. Después de todo, no van a ir corriendo a avisar al del templo de que dos shinobis le buscan.
« ¿Verdad? » — se repitió mentalmente. Después, negó con la cabeza. El que llevaba el templo era un hombre confiado, y seguro que territorial. Era su pergamino, y su dojo. No iba a salir corriendo. Seguro que no.
Aprovechando mientras Kumopansa buscaba, Juro indicaría a Yota ir hacia los jornaleros más cercanos. Juro se acercaría a uno de ellos (el que pareciera más normal y puesto en sus cabales) y se atrevería a preguntar.
— Buenos días — dijo, con una sonrisa amigable —. Estamos buscando un dojo y nos preguntabamos si podría darnos alguna indicación. Creo que el maestro que lo regenta se llama Sarutobi Yamcha.
Yota volvió a ponerle mala cara, para después ordenar a su araña compañera que se fuese a investigar, y a él que debían de tratar de averiguar dónde estaba el paradero de los dojos.
— B-bien, es una buena idea — murmuró, para después poner su vista a la gente que había —. Vamos a preguntarle a alguien. Supongo que no corremos ningún riesgo. Después de todo, no van a ir corriendo a avisar al del templo de que dos shinobis le buscan.
« ¿Verdad? » — se repitió mentalmente. Después, negó con la cabeza. El que llevaba el templo era un hombre confiado, y seguro que territorial. Era su pergamino, y su dojo. No iba a salir corriendo. Seguro que no.
Aprovechando mientras Kumopansa buscaba, Juro indicaría a Yota ir hacia los jornaleros más cercanos. Juro se acercaría a uno de ellos (el que pareciera más normal y puesto en sus cabales) y se atrevería a preguntar.
— Buenos días — dijo, con una sonrisa amigable —. Estamos buscando un dojo y nos preguntabamos si podría darnos alguna indicación. Creo que el maestro que lo regenta se llama Sarutobi Yamcha.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60