9/10/2018, 20:43
Daruu recordó, cuando Ayame le habló de su vida junto a Kori el Genin, que apenas había aprobado el examen de la academia por un pelo y gracias a su ayuda y a la de Mogura. Entonces se dio cuenta de cuánto había crecido la muchacha en realidad. Aunque no era chunin, por culpa de ciertas debilidades de las que aquellas ratas del sur se habían aprovechado tiempo ha, Daruu la creía ahora capaz de enfrentarse a todo. Y en el fondo, estaba muy orgulloso de ella, del cambio que había pegado, porque lo cierto es que cuando la conoció, Ayame no sabía ni siquiera formar la técnica más básica de Ninjutsu, el Bunshin no Jutsu.
El ascensor llegó, las puertas se abrieron. Los muchachos entraron adentro.
—¡Oye, ahora en serio! ¿Qué ocurre con esos bollitos? ¡Y no me cambies más el tema! ¡No me obligues a usar la técnica del interrogatorio otra vez contigo!
Daruu tembló un instante, y sus labios formaron una sonrisa un poco más curva de lo normal. Esta vez no era alegre. Era divertida, casi malvada podría decirse. Entonces su mano derecha chisporroteó con un sonido electrizante.
—¿Oooh...? —dijo, con tono burlón—. Y supongo que conseguirías formular tooodos esos sellos antes de que yo pudiera mover la mano y pegarte un buen calambrazo, ¿eh?
La técnica se apagó.
»Ten paciencia, cariño. En unos minutos sabrás cuál es la sorpresa.
El ascensor llegó, las puertas se abrieron. Los muchachos entraron adentro.
—¡Oye, ahora en serio! ¿Qué ocurre con esos bollitos? ¡Y no me cambies más el tema! ¡No me obligues a usar la técnica del interrogatorio otra vez contigo!
Daruu tembló un instante, y sus labios formaron una sonrisa un poco más curva de lo normal. Esta vez no era alegre. Era divertida, casi malvada podría decirse. Entonces su mano derecha chisporroteó con un sonido electrizante.
—¿Oooh...? —dijo, con tono burlón—. Y supongo que conseguirías formular tooodos esos sellos antes de que yo pudiera mover la mano y pegarte un buen calambrazo, ¿eh?
La técnica se apagó.
»Ten paciencia, cariño. En unos minutos sabrás cuál es la sorpresa.