14/10/2018, 23:51
Lo que me encontré fue una niña que huía despavorida de algo o de alguien y...
— ¿Daigo-kun?
El día no estaba decepcionando ni mucho menos. Ahí estaba el peliverde, que se cruzó conmigo y con la niña, previsiblemente atraído por el chillido de la cria quién se detuvo en seco delante nuestro, totalmente atemorizada y los ojos a punto de estallar en un mar de lágrimas, ¿o ya lo habían hecho?
—¡U-un monstruo! —suplicaba enérgicamente al reconocernos como aliados—. [sub=violet]¡Malo! ¡Muy muy malo! ¡Quiere comernos a todos! ¡Por favor…! ¡Haced algo!
— ¿Un mostruo? ¿Donde? ¿Cómo es?
Pero entonces vi que su dedo apuntaba aquella posada que estaba unos metros más adelante la cual no presentaba indicios de violencia ni de pelea, al menos en su exterior. Tampoco se escuchaban gritos. Algo no encajaba en aquel particular rompecabezas.
—No te preocupes, ve a casa, nosotros nos ocuparemos.
— Eso es, pero ant..
Quedó claro que el peliverde no necesitaba información alguna más, solo ir de cabeza al supuesto peligro. Por lo visto, poco había aprendido de lo sucedido en Uzushiogakure. Daigo se fue de bruces hasta la posada, atravesando el umbral de la entrada y, presuntamente, encarando el hipotetico y potencial peligro de frente. Se me agotaban las opciones pero quería que la chiquilla me contestase, así que aguardaría a su respuesta.
— Como decía, antes dime qué has visto, ¿cómo era ese monstruo?
— ¿Daigo-kun?
El día no estaba decepcionando ni mucho menos. Ahí estaba el peliverde, que se cruzó conmigo y con la niña, previsiblemente atraído por el chillido de la cria quién se detuvo en seco delante nuestro, totalmente atemorizada y los ojos a punto de estallar en un mar de lágrimas, ¿o ya lo habían hecho?
—¡U-un monstruo! —suplicaba enérgicamente al reconocernos como aliados—. [sub=violet]¡Malo! ¡Muy muy malo! ¡Quiere comernos a todos! ¡Por favor…! ¡Haced algo!
— ¿Un mostruo? ¿Donde? ¿Cómo es?
Pero entonces vi que su dedo apuntaba aquella posada que estaba unos metros más adelante la cual no presentaba indicios de violencia ni de pelea, al menos en su exterior. Tampoco se escuchaban gritos. Algo no encajaba en aquel particular rompecabezas.
—No te preocupes, ve a casa, nosotros nos ocuparemos.
— Eso es, pero ant..
Quedó claro que el peliverde no necesitaba información alguna más, solo ir de cabeza al supuesto peligro. Por lo visto, poco había aprendido de lo sucedido en Uzushiogakure. Daigo se fue de bruces hasta la posada, atravesando el umbral de la entrada y, presuntamente, encarando el hipotetico y potencial peligro de frente. Se me agotaban las opciones pero quería que la chiquilla me contestase, así que aguardaría a su respuesta.
— Como decía, antes dime qué has visto, ¿cómo era ese monstruo?
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
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