15/10/2018, 13:01
Y cuando todos estábamos convencidos de que íbamos a morir antes que ver entrar a alguien por la puerta. Esa misma puerta se abrió. Pero no daba a la calle atormentada y vacía a la que se suponía que tenía que dar. No. Cuando se abrió esa puerta, de ella apareció un ángel, mojado hasta las cejas, con una salvaje melena roja ondeando tras ella. Entró rápidamente y empezó a quitarse ropa, para mi deleite y perdición.
De nuevo, me había quedado empanado, perdiendo otro trozo de carne al karma. Por suerte, la jounin no reparó en mi. Hasta yo me había olvidado de mis superpoderes para pasar desapercibido. Reaccioné rápidamente. Con disimulo, me deslicé por debajo de la mesa para sentarme en el sitio contrario al que estaba, quedando de espaldas a la recién llegada.
Entonces me pregunté, ¿qué coño estás haciendo, gilipollas? Se supone que somos amigos y tal, pero me dijo que me odiaba y que quería verme muerto. ¿Y si me lo repetía en la cara en nuestra hermosa villa? Ay, Shiona-sama. No podría soportarlo. Así que lo mejor era huir como un valiente por siempre y vivir de mentiras e ilusiones hechas por uno mismo.
Por primera vez en años, estaba nervioso. No podía estar quieto. Me iba a pillar y me iba a decir que me odia en plena tempestad, yo saldría corriendo y me encontrarían una semana después en las costas del remolino donde me tiré al mar para librarme de este dolor que me quemaba por dentro.
Entonces miré a mi lado, y Stuffy no estaba. Ni miré qué estaba pasando. Iba a morir joven, estaba escrito en mi destino. Inuzuka Nabi, "Guapo, tonto y murió joven". En orden de importancia.
De nuevo, me había quedado empanado, perdiendo otro trozo de carne al karma. Por suerte, la jounin no reparó en mi. Hasta yo me había olvidado de mis superpoderes para pasar desapercibido. Reaccioné rápidamente. Con disimulo, me deslicé por debajo de la mesa para sentarme en el sitio contrario al que estaba, quedando de espaldas a la recién llegada.
Entonces me pregunté, ¿qué coño estás haciendo, gilipollas? Se supone que somos amigos y tal, pero me dijo que me odiaba y que quería verme muerto. ¿Y si me lo repetía en la cara en nuestra hermosa villa? Ay, Shiona-sama. No podría soportarlo. Así que lo mejor era huir como un valiente por siempre y vivir de mentiras e ilusiones hechas por uno mismo.
Por primera vez en años, estaba nervioso. No podía estar quieto. Me iba a pillar y me iba a decir que me odia en plena tempestad, yo saldría corriendo y me encontrarían una semana después en las costas del remolino donde me tiré al mar para librarme de este dolor que me quemaba por dentro.
Entonces miré a mi lado, y Stuffy no estaba. Ni miré qué estaba pasando. Iba a morir joven, estaba escrito en mi destino. Inuzuka Nabi, "Guapo, tonto y murió joven". En orden de importancia.
—Nabi—