15/10/2018, 18:41
(Última modificación: 15/10/2018, 18:42 por Uzumaki Eri.)
No lograría entender la lógica de Nabi al cambiarse de la forma en la que lo había hecho, tampoco lograría no hacerlo, pues si no, no sería él.
Atando cabos en su atareada mente entendió por qué conocía ese local, así que dando un largo suspiro evitó poner tierra por el asunto.
Seguía furiosa con el Inuzuka y con razón, todo lo que había dicho aquel día frente a Juro era cierto, y aunque tratase de pasar desapercibido, solo estaba él, los empleados y ella dentro de aquel sitio.
Con una templanza que desconocía tener, levantó la mano tímidamente y llamó al camarero (o camarera) más cercano, pues al ver las imágenes de la carta le había entrado hambre.
—Buenas tardes —saludaría cuando fueran a atenderla—. ¿Me pondría un plato de ternera y salsa de soja, por favor? Y un vaso de agua si no es mucha molestia.
Ya no podía huir, así que aprovechó el momento. Si él no hacía nada, ella tampoco.
Atando cabos en su atareada mente entendió por qué conocía ese local, así que dando un largo suspiro evitó poner tierra por el asunto.
Seguía furiosa con el Inuzuka y con razón, todo lo que había dicho aquel día frente a Juro era cierto, y aunque tratase de pasar desapercibido, solo estaba él, los empleados y ella dentro de aquel sitio.
Con una templanza que desconocía tener, levantó la mano tímidamente y llamó al camarero (o camarera) más cercano, pues al ver las imágenes de la carta le había entrado hambre.
—Buenas tardes —saludaría cuando fueran a atenderla—. ¿Me pondría un plato de ternera y salsa de soja, por favor? Y un vaso de agua si no es mucha molestia.
Ya no podía huir, así que aprovechó el momento. Si él no hacía nada, ella tampoco.