18/10/2018, 09:48
(Última modificación: 18/10/2018, 09:49 por Inuzuka Nabi.)
No era un idiota ni un insensible. Era perfectamente consciente de que la gente es capaz de errar, de malinterpretar o incluso de seguir al estúpido equivocado durante el caos. Ese no era el problema, y eso es lo que Juro no entendía. El problema. No. Era. Lo que pasó. El verdadero drama de todo esto, lo que me encendía a discutir y a odiar profundamente las otras villas, era que ambas creían que habían actuado perfectamente. Excusas, excusas y excusas. ¿Disculpas? ¿Donde? ¿Para qué?
Pero la táctica de Juro era mucho mejor. "YO NO HE HECHO NADA" Esa era su excusa. Vamos, que su villa podía declarar la primera Gran Guerra de nuestros tiempos, sacarse cinco o seis bijuus de la chistera armando el genocidio de los cien infiernos y él diría "PERO EH, YO NO HE HECHO NADA" y se piensa que todos dirían que fue un santo.
Lo que era es un gilipollas.
— Juro, no puedes decirme, "no vi nada" y despues defenderme al que saltó primero a inmovilizar a Datsue. ¿Recuerdas lo que te dije? Saltó la segunda al mando de Amegakure, espada en mano, a por él, si tu querido compañero que tan buenas intenciones tenía lo hubiese inmovilizado, ¿qué crees que hubiese pasado? Porque poco despues apareció otro buen samaritano kuseño que se lanzó a por Datsue sin explicación alguna. Imaginate qué hubiera ocurrido si él hubiese estado inmovilizado.
Y encima se estaba enfadando él. Qué huevos.
— ¡Entonces me estás admitiendo que os creísteis la versión de Amegakure sin parpadear! No te equivoques, Juro. No hubo ningún caos hasta que entró Kusagakure en escena, tu villa y tus compañeros trajeron el caos. Lo único que había era una Amegakure culpandonos a nosotros porque su jinchuriki es incapaz de controlarse y una Uzushiogakure intentando evitar bajas de cualquier tipo. Fue con la entrada de tu amigo el majete que solo quería inmovilizar a Datsue cuando se cayeron las mascaras y se convirtió en un dos contra uno.
» Y vosotros, os aliasteis con Amegakure. Así de sencillo. Ahora que el pacto está al borde del colapso, ¿quieres que confíe en ti? ¿Que me crea que sucumbisteis a un caos que vosotros mismos creasteis? ¡Lo único que estais haciendo es aprovecharos de gente de bien que quiere que el pacto siga funcionando, que haya paz, y cuando llegue el momento de defender la paz o defender a Amegakure, ya hemos visto lo que hará Kusagakure.
Esa era la verdad que se había revelado en el examen. El hecho indiscutible e irreparable de que Uzushiogakure estaba sola, Amegakure planeaba cosas a nuestras espaldas y Kusagakure hacia la vista gorda justificándose en un caos circunstancial.
— Dudo que os sintáis todos de la misma manera, sobre todo el Inuzuka que después de pegarle a Datsue empezó a insultarme delante de todos. No generalices, Juro. Puede que tú te sientas así, pero dudo mucho que el resto lo hagan, parecían la mar de felices de estar montando un espectáculo.
Ahora estaba mucho más relajado, obviamente no apartaba la mirada de Juro, ¿quien sabía que podía ocultar en su agujero menos santo? En cualquier caso, no sería la primera vez que me atacan por hablar, ni la última.
Pero la táctica de Juro era mucho mejor. "YO NO HE HECHO NADA" Esa era su excusa. Vamos, que su villa podía declarar la primera Gran Guerra de nuestros tiempos, sacarse cinco o seis bijuus de la chistera armando el genocidio de los cien infiernos y él diría "PERO EH, YO NO HE HECHO NADA" y se piensa que todos dirían que fue un santo.
Lo que era es un gilipollas.
— Juro, no puedes decirme, "no vi nada" y despues defenderme al que saltó primero a inmovilizar a Datsue. ¿Recuerdas lo que te dije? Saltó la segunda al mando de Amegakure, espada en mano, a por él, si tu querido compañero que tan buenas intenciones tenía lo hubiese inmovilizado, ¿qué crees que hubiese pasado? Porque poco despues apareció otro buen samaritano kuseño que se lanzó a por Datsue sin explicación alguna. Imaginate qué hubiera ocurrido si él hubiese estado inmovilizado.
Y encima se estaba enfadando él. Qué huevos.
— ¡Entonces me estás admitiendo que os creísteis la versión de Amegakure sin parpadear! No te equivoques, Juro. No hubo ningún caos hasta que entró Kusagakure en escena, tu villa y tus compañeros trajeron el caos. Lo único que había era una Amegakure culpandonos a nosotros porque su jinchuriki es incapaz de controlarse y una Uzushiogakure intentando evitar bajas de cualquier tipo. Fue con la entrada de tu amigo el majete que solo quería inmovilizar a Datsue cuando se cayeron las mascaras y se convirtió en un dos contra uno.
» Y vosotros, os aliasteis con Amegakure. Así de sencillo. Ahora que el pacto está al borde del colapso, ¿quieres que confíe en ti? ¿Que me crea que sucumbisteis a un caos que vosotros mismos creasteis? ¡Lo único que estais haciendo es aprovecharos de gente de bien que quiere que el pacto siga funcionando, que haya paz, y cuando llegue el momento de defender la paz o defender a Amegakure, ya hemos visto lo que hará Kusagakure.
Esa era la verdad que se había revelado en el examen. El hecho indiscutible e irreparable de que Uzushiogakure estaba sola, Amegakure planeaba cosas a nuestras espaldas y Kusagakure hacia la vista gorda justificándose en un caos circunstancial.
— Dudo que os sintáis todos de la misma manera, sobre todo el Inuzuka que después de pegarle a Datsue empezó a insultarme delante de todos. No generalices, Juro. Puede que tú te sientas así, pero dudo mucho que el resto lo hagan, parecían la mar de felices de estar montando un espectáculo.
Ahora estaba mucho más relajado, obviamente no apartaba la mirada de Juro, ¿quien sabía que podía ocultar en su agujero menos santo? En cualquier caso, no sería la primera vez que me atacan por hablar, ni la última.
—Nabi—