20/10/2018, 15:07
— Solo es un poco de aire, nada que no me vaya a matar si me quedo un par de horas a la intemperie. Digo, que sí es algo que no me va a matar. Ay, dios, que raras son estas frases hechas. Bueno, que tengo que irme, me he dejado la casa encendida, o algo.
Sintió como de su ceja surgía un tic nervioso incapaz de ser calmado por su mente. ¿Que se había dejado la casa encendida? Sí, claro, y ella era la Uzukage, no le jodía. Con un brusco movimiento tiró del muchacho y lo metió dentro del establecimiento, cerrando la puerta y colocándose ella delante de la misma para impedirle el paso.
—Tú, definitivamente, eres tonto —declaró, suspirando con pesadez—. Voy a comer lo que he pedido y tú vas a quedarte aquí, conmigo, hasta que todo esto pase y podamos ir a casa, ¿entendido? —informó, señalándole la mesa que antes había ocupado la pelirroja.
No muy contenta con su decisión, y sinceramente, cansada por la actitud incambiable del muchacho, se retiró de la puerta y volvió a sentarse, esperando por su comida. Había invitado al chico a que la acompañase, aunque seguía muy cabreada con él.
Aunque algo dentro de ella picaba esa decisión con un punzón, ¿por qué se sentía mal por algo que estaba predestinado a ocurrir? Obviamente le molestaba que dejasen de ser amigos, pero él se lo tenía merecido.
Entonces, ¿por qué sentía que lo que estaba haciendo estaba mal?
Sintió como de su ceja surgía un tic nervioso incapaz de ser calmado por su mente. ¿Que se había dejado la casa encendida? Sí, claro, y ella era la Uzukage, no le jodía. Con un brusco movimiento tiró del muchacho y lo metió dentro del establecimiento, cerrando la puerta y colocándose ella delante de la misma para impedirle el paso.
—Tú, definitivamente, eres tonto —declaró, suspirando con pesadez—. Voy a comer lo que he pedido y tú vas a quedarte aquí, conmigo, hasta que todo esto pase y podamos ir a casa, ¿entendido? —informó, señalándole la mesa que antes había ocupado la pelirroja.
No muy contenta con su decisión, y sinceramente, cansada por la actitud incambiable del muchacho, se retiró de la puerta y volvió a sentarse, esperando por su comida. Había invitado al chico a que la acompañase, aunque seguía muy cabreada con él.
Aunque algo dentro de ella picaba esa decisión con un punzón, ¿por qué se sentía mal por algo que estaba predestinado a ocurrir? Obviamente le molestaba que dejasen de ser amigos, pero él se lo tenía merecido.
Entonces, ¿por qué sentía que lo que estaba haciendo estaba mal?