21/10/2018, 19:15
(Última modificación: 21/10/2018, 19:25 por Uchiha Datsue. Editado 1 vez en total.)
Cuando Yota reveló que el peculiar invitado era un shinobi de Ame, los murmullos crecieron al ritmo de un aula llena de alumnos cuyo sensei se acaba de ausentar. Algunos se llevaban la mano a la boca, tratando de evitar que sus susurros viajasen más allá de su interlocutor. Otros apenas intercambiaban miradas cargadas de tensión. Unos pocos se llevaban un dedo a los labios y mandaban callar, tratando de oír al grupo de ninjas.
—¿Amejakure? —preguntó el borracho, más a sí mismo que a nadie en concreto, mientras volvía a sentarse en un taburete frente a la barra—. ¿Eshos no shon los que casi destrozan una aldea con un bijuu?
—¡Shh! —mandó callarle la tabernera, con una mirada fulminante. Con prisas, rellenó un cuenco con el caldo de verduras que había pedido Kaido. Lo cargó bien, y tras dejarle otra cerveza al borracho, quien no se había olvidado de la generosa invitación que le hicieron, fue a servir al amejin—. ¿Vais a tomar algo vosotros también? —preguntó a los dos shinobis de Kusa.
—¿Amejakure? —preguntó el borracho, más a sí mismo que a nadie en concreto, mientras volvía a sentarse en un taburete frente a la barra—. ¿Eshos no shon los que casi destrozan una aldea con un bijuu?
—¡Shh! —mandó callarle la tabernera, con una mirada fulminante. Con prisas, rellenó un cuenco con el caldo de verduras que había pedido Kaido. Lo cargó bien, y tras dejarle otra cerveza al borracho, quien no se había olvidado de la generosa invitación que le hicieron, fue a servir al amejin—. ¿Vais a tomar algo vosotros también? —preguntó a los dos shinobis de Kusa.